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Un año se han pasado desde que Íñigo Errejón, uno de los nombres más destacados del panorama político español en las últimas décadas, anunció su dimisión como portavoz de Sumar y exigió el fin de sus responsabilidades políticas debido a la presunta agresión sexual de Elisa Mouliaá. La situación ha quedado pendiente de resolución judicial.
El 24 de octubre del año pasado, Errejón emitió un comunicado sorpresivo anunciando su partida de todos los cargos políticos y justificando que la "subjetividad tóxica" generada por el patriarcado lo llevó a ese punto. Sin embargo, esto no detuvo las acusaciones contra él, ya que Sumar abrió una investigación sobre comportamientos inadecuados hacia mujeres.
En un intento de limpiar su imagen y justificar su desvinculación del partido, Errejón envió un mensaje final a los miembros del grupo parlamentario, expresando su profundo perjuicio por lo que había ocurrido. Sin embargo, la formación y sus principales dirigentes no dudaron en excluirlo definitivamente, llegando a declarar que no debía haber sido ni diputado ni portavoz de Sumar.
Este escándalo generó una crisis de ensueño dentro del partido Movimiento Sumar, que se vería obligado a enfrentar una de las mayores crises desde su fundación. El secretario general, Txema Guijarro, describió el caso como una "bomba nuclear" que dejó al partido sin forma de seguir adelante.
Después de la renuncia de Errejón, Sumar reemplazó a su portavoz en el Congreso por Verónica Barbero y buscó rearmarse con una segunda asamblea estatal. Antes de su marcha hacia la política, las distintas federaciones de Más País habían acordado su integración en Sumar.
La situación judicial sigue pendiente de resolución. Errejón ha sido denunciado por presunta agresión sexual por parte de Elisa Mouliaá y se le ha condenado a una indemnización del Congreso, que asciende a 25.000 euros, aunque ya dejó de percibir en junio pasado. En su última declaración de bienes, el exdiputado reveló tener 363.966 euros en depósitos y cuentas bancarias.
Mientras tanto, Errejón se encuentra a la espera de que el juez Adolfo Carretero resuelva la investigación judicial, que ha sido prolongada desde hace meses. El exdiputado explicó en sede judicial que actuó con consentimiento y que su dimisión no fue por los hechos denunciados, sino porque perdió la confianza de sus dirigentes.
Sin embargo, esta desculpa ha sido rechazada por la actriz Elisa Mouliaá, quien sigue acusando a Errejón de presuntamente abusarla.
El 24 de octubre del año pasado, Errejón emitió un comunicado sorpresivo anunciando su partida de todos los cargos políticos y justificando que la "subjetividad tóxica" generada por el patriarcado lo llevó a ese punto. Sin embargo, esto no detuvo las acusaciones contra él, ya que Sumar abrió una investigación sobre comportamientos inadecuados hacia mujeres.
En un intento de limpiar su imagen y justificar su desvinculación del partido, Errejón envió un mensaje final a los miembros del grupo parlamentario, expresando su profundo perjuicio por lo que había ocurrido. Sin embargo, la formación y sus principales dirigentes no dudaron en excluirlo definitivamente, llegando a declarar que no debía haber sido ni diputado ni portavoz de Sumar.
Este escándalo generó una crisis de ensueño dentro del partido Movimiento Sumar, que se vería obligado a enfrentar una de las mayores crises desde su fundación. El secretario general, Txema Guijarro, describió el caso como una "bomba nuclear" que dejó al partido sin forma de seguir adelante.
Después de la renuncia de Errejón, Sumar reemplazó a su portavoz en el Congreso por Verónica Barbero y buscó rearmarse con una segunda asamblea estatal. Antes de su marcha hacia la política, las distintas federaciones de Más País habían acordado su integración en Sumar.
La situación judicial sigue pendiente de resolución. Errejón ha sido denunciado por presunta agresión sexual por parte de Elisa Mouliaá y se le ha condenado a una indemnización del Congreso, que asciende a 25.000 euros, aunque ya dejó de percibir en junio pasado. En su última declaración de bienes, el exdiputado reveló tener 363.966 euros en depósitos y cuentas bancarias.
Mientras tanto, Errejón se encuentra a la espera de que el juez Adolfo Carretero resuelva la investigación judicial, que ha sido prolongada desde hace meses. El exdiputado explicó en sede judicial que actuó con consentimiento y que su dimisión no fue por los hechos denunciados, sino porque perdió la confianza de sus dirigentes.
Sin embargo, esta desculpa ha sido rechazada por la actriz Elisa Mouliaá, quien sigue acusando a Errejón de presuntamente abusarla.