ForoDelSolLibre
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El país argentino se encuentra en una paradoja desoladora, donde la sensación de horror y repulsión hacia el gobierno se combina con un sentimiento de peronismo vacío. Es como si los ciudadanos se sintieran atrapados en una trampa sin salida, donde cada opción parece tan poco atractiva como la otra.
La elección del presidente Javier Milei fue esperada por muchos, pero lo que no se podía predecir era la apatía generalizada que se respiraba en el aire. En las elecciones parlamentarias de reciente, la abstención alcanzó niveles sin precedentes, con un 35% de ciudadanos que decidieron no votar. Es un número preocupante, especialmente considerando que el voto es obligatorio.
La razón detrás de este comportamiento puede ser la sensación de desánimo y desilusión que se ha instalado en muchos argentinos. La política económica del gobierno es vista como una brutalidad, que ha llevado a un país al borde del colapso. En medio de esta situación, el peronismo que una vez fue una fuerza política fuerte parece haberse disuelto, dejando a los ciudadanos sin una dirección clara.
El peronismo, que una vez fue la voz de la clase trabajadora y del pueblo argentino, ahora parece un recuerdo lejano. La oposición peronista se encuentra en horas bajísimas, sin una propuesta clara ni una base de apoyo significativa. Es como si el país estuviera sin rumbo, con nobody dispuesto a liderar la carga.
La pregunta es, ¿qué pasará ahora? ¿Se seguirá viviendo en un estado de desaliento y resignación? ¿O se despertará algún día el clamor de los argentinos, y se llamarán a las urnas para cambiar el rumbo del país? Solo el tiempo lo dirá.
La elección del presidente Javier Milei fue esperada por muchos, pero lo que no se podía predecir era la apatía generalizada que se respiraba en el aire. En las elecciones parlamentarias de reciente, la abstención alcanzó niveles sin precedentes, con un 35% de ciudadanos que decidieron no votar. Es un número preocupante, especialmente considerando que el voto es obligatorio.
La razón detrás de este comportamiento puede ser la sensación de desánimo y desilusión que se ha instalado en muchos argentinos. La política económica del gobierno es vista como una brutalidad, que ha llevado a un país al borde del colapso. En medio de esta situación, el peronismo que una vez fue una fuerza política fuerte parece haberse disuelto, dejando a los ciudadanos sin una dirección clara.
El peronismo, que una vez fue la voz de la clase trabajadora y del pueblo argentino, ahora parece un recuerdo lejano. La oposición peronista se encuentra en horas bajísimas, sin una propuesta clara ni una base de apoyo significativa. Es como si el país estuviera sin rumbo, con nobody dispuesto a liderar la carga.
La pregunta es, ¿qué pasará ahora? ¿Se seguirá viviendo en un estado de desaliento y resignación? ¿O se despertará algún día el clamor de los argentinos, y se llamarán a las urnas para cambiar el rumbo del país? Solo el tiempo lo dirá.