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La "siesta nórdica" ha llegado a España, pero no es lo que muchos podrían imaginar. Una empleada de un restaurante en Tromsø, Noruega, compartió su experiencia en TikTok después de ser asignada a una mesa con un carrito de bebé que estaba en la calle. La camarera pensó que el carrito estaba al lado del suyo, pero resulta que se quería sentar al lado de la ventana para disfrutar del "vistacito" del aire libre.
La "siesta nórdica" es una costumbre que se remonta al siglo XIX y consiste en dejar a los bebés dormir en sus cochecitos al aire libre, incluso en condiciones climáticas extremas. Los padres creen que esto les permite a los bebés desarrollar un sueño más profundo y prolongado, así como una mayor resistencia a las infecciones respiratorias.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta práctica. La pediatra Margareta Blennow señaló que algunos estudios encontraron que los niños preescolares que pasaban muchas horas al aire libre se ausentaban menos días que aquellos que pasaban la mayor parte del tiempo adentro, pero también admitió que otros estudios no encontraron diferencias.
La especialista en maternidad Linda Akeson McGurk hace un llamamiento al sentido común y recuerda que en condiciones climáticas extremas es preferible quedarse en casa y esperar a un momento mejor para salir. Pero para los padres que optan por la "siesta nórdica", parece que funciona.
La cuestión es, ¿es esto una buena idea? Algunos expertos creen que la restricción de movimientos causada por el ropaje podría incrementar la duración de la siesta, mientras que un ambiente frío hace posible envolver al bebé sin sobrecalentarlo. Otros señalan que los estudios sobre el tema son contradictorios y no hay evidencia suficiente para apoyar esta práctica.
En cualquier caso, lo que está claro es que la "siesta nórdica" ha llegado a España y puede ser una opción para algunos padres que buscan promover el bienestar de sus hijos. Pero antes de seguir este consejo, es importante considerar las condiciones climáticas y tomar precauciones necesarias para garantizar la seguridad del bebé.
La "siesta nórdica" es una costumbre que se remonta al siglo XIX y consiste en dejar a los bebés dormir en sus cochecitos al aire libre, incluso en condiciones climáticas extremas. Los padres creen que esto les permite a los bebés desarrollar un sueño más profundo y prolongado, así como una mayor resistencia a las infecciones respiratorias.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta práctica. La pediatra Margareta Blennow señaló que algunos estudios encontraron que los niños preescolares que pasaban muchas horas al aire libre se ausentaban menos días que aquellos que pasaban la mayor parte del tiempo adentro, pero también admitió que otros estudios no encontraron diferencias.
La especialista en maternidad Linda Akeson McGurk hace un llamamiento al sentido común y recuerda que en condiciones climáticas extremas es preferible quedarse en casa y esperar a un momento mejor para salir. Pero para los padres que optan por la "siesta nórdica", parece que funciona.
La cuestión es, ¿es esto una buena idea? Algunos expertos creen que la restricción de movimientos causada por el ropaje podría incrementar la duración de la siesta, mientras que un ambiente frío hace posible envolver al bebé sin sobrecalentarlo. Otros señalan que los estudios sobre el tema son contradictorios y no hay evidencia suficiente para apoyar esta práctica.
En cualquier caso, lo que está claro es que la "siesta nórdica" ha llegado a España y puede ser una opción para algunos padres que buscan promover el bienestar de sus hijos. Pero antes de seguir este consejo, es importante considerar las condiciones climáticas y tomar precauciones necesarias para garantizar la seguridad del bebé.