El pulpo, un manjar para dioses, ha convertido en una plaga en Inglaterra. En las costas del suroeste de este país, una invasión inesperada de esta especie ha dejado a los pescadores sin capturas, ya que donde antes había cangrejos y langostas solo quedan tentáculos.
Según un informe reciente de la Marine Management Organisation (MMO), las capturas de pulpo se han disparado en el área. Entre enero y junio de 2025 se descargaron más de 1.200 toneladas, mientras que en el mismo período de 2023 apenas se superaron las 140 toneladas. Mayo y junio marcaron el pico: más de 400 toneladas mensuales.
El pulpo común (Octopus vulgaris) tiene fuerza, inteligencia y un apetito feroz por los crustáceos. Aunque suele encontrarse en aguas más cálidas, ahora ha encontrado las condiciones perfectas para instalarse en el suroeste británico. El problema no es sólo el presente; si los pulpos han arrasado con la población de crustáceos, no basta con esperar a que vuelvan.
Un cangrejo necesita años para crecer y alcanzar tamaño comercial, lo que significa que las autoridades británicas deben encontrar una solución inmediata. Algunos pescadores han intentado adaptarse, como Chris Kelly de Plymouth, quien cambió su objetivo y empezó a vender pulpo en el mercado local durante semanas le fue bien, pero el negocio no es estable.
El futuro del pulpo en Reino Unido es incierto. Las autoridades británicas están estudiando la situación para entender qué está pasando. Se intenta averiguar si esta invasión es un fenómeno puntual o el inicio de un cambio más profundo en el ecosistema marino.
Mientras tanto, el pulpo ha pasado de ser una rareza a convertirse en protagonista en restaurantes y mercados de la zona. En muchas cartas ocupa el lugar del cangrejo. A corto plazo puede parecer una oportunidad, pero para los pescadores, que han perdido su fuente de ingresos habitual, no es una buena noticia.
Según un informe reciente de la Marine Management Organisation (MMO), las capturas de pulpo se han disparado en el área. Entre enero y junio de 2025 se descargaron más de 1.200 toneladas, mientras que en el mismo período de 2023 apenas se superaron las 140 toneladas. Mayo y junio marcaron el pico: más de 400 toneladas mensuales.
El pulpo común (Octopus vulgaris) tiene fuerza, inteligencia y un apetito feroz por los crustáceos. Aunque suele encontrarse en aguas más cálidas, ahora ha encontrado las condiciones perfectas para instalarse en el suroeste británico. El problema no es sólo el presente; si los pulpos han arrasado con la población de crustáceos, no basta con esperar a que vuelvan.
Un cangrejo necesita años para crecer y alcanzar tamaño comercial, lo que significa que las autoridades británicas deben encontrar una solución inmediata. Algunos pescadores han intentado adaptarse, como Chris Kelly de Plymouth, quien cambió su objetivo y empezó a vender pulpo en el mercado local durante semanas le fue bien, pero el negocio no es estable.
El futuro del pulpo en Reino Unido es incierto. Las autoridades británicas están estudiando la situación para entender qué está pasando. Se intenta averiguar si esta invasión es un fenómeno puntual o el inicio de un cambio más profundo en el ecosistema marino.
Mientras tanto, el pulpo ha pasado de ser una rareza a convertirse en protagonista en restaurantes y mercados de la zona. En muchas cartas ocupa el lugar del cangrejo. A corto plazo puede parecer una oportunidad, pero para los pescadores, que han perdido su fuente de ingresos habitual, no es una buena noticia.