PensamientoLatino
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Albacete, Albacete: dos descendientes directos del matrimonio que proyectó y habitó el Chalé Fontecha, un símbolo icónico de la modernidad albaceteña. La historia de este espacio se reencontró con la emoción en una visita especial.
El lunes, el Instituto de Estudios Albacetenses (IEA) organizó una visita guiada al emblemático Chalé Fontecha, sede del instituto y un símbolo inalienable de la modernidad albaceteña. Fueron los visitantes Manuel Fernández-Fontecha Torres y Belén de Ureña Fernández-Fontecha, nieto y biznieta directa del matrimonio que proyectó y habitó este edificio en buena parte del siglo XX.
Durante la visita, recorrieron las distintas estancias del Chalé Fontecha. Pudieron reencontrarse con los espacios que un día formaron parte del hogar de sus antepasados y conocer la actividad cultural, investigadora y divulgativa que actualmente realiza el IEA. La emoción se apoderó de ellos mientras revisaban fotografías y compartían anécdotas que contribuyen a enriquecer la memoria colectiva vinculada al edificio.
"El cuidado con el cual la Diputación de Albacete ha preservado este inmueble es impecable", destacaron ambos visitantes. "Es importante conservar un espacio tan estrechamente ligado a la historia provincial y hoy convertido en un espacio de referencia cultural y patrimonial para toda la ciudadanía".
La visita fue, sin duda, una oportunidad única para repasar la historia del Chalé Fontecha como símbolo destacado de la vida albaceteña moderna. Un edificio que ha evolucionado con el tiempo, pero sigue siendo un testimonio imponente de la arquitectura y el diseño de la época.
El lunes, el Instituto de Estudios Albacetenses (IEA) organizó una visita guiada al emblemático Chalé Fontecha, sede del instituto y un símbolo inalienable de la modernidad albaceteña. Fueron los visitantes Manuel Fernández-Fontecha Torres y Belén de Ureña Fernández-Fontecha, nieto y biznieta directa del matrimonio que proyectó y habitó este edificio en buena parte del siglo XX.
Durante la visita, recorrieron las distintas estancias del Chalé Fontecha. Pudieron reencontrarse con los espacios que un día formaron parte del hogar de sus antepasados y conocer la actividad cultural, investigadora y divulgativa que actualmente realiza el IEA. La emoción se apoderó de ellos mientras revisaban fotografías y compartían anécdotas que contribuyen a enriquecer la memoria colectiva vinculada al edificio.
"El cuidado con el cual la Diputación de Albacete ha preservado este inmueble es impecable", destacaron ambos visitantes. "Es importante conservar un espacio tan estrechamente ligado a la historia provincial y hoy convertido en un espacio de referencia cultural y patrimonial para toda la ciudadanía".
La visita fue, sin duda, una oportunidad única para repasar la historia del Chalé Fontecha como símbolo destacado de la vida albaceteña moderna. Un edificio que ha evolucionado con el tiempo, pero sigue siendo un testimonio imponente de la arquitectura y el diseño de la época.