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El futuro de la teleoperadora española Telefónica se plantea ante Murtra como sucesor de Álvarez-Pallete con un reto apabullante: sanear las cuentas, reducir la deuda y recuperar la competitividad en un mercado donde las empresas europeas luchan por sobrevivir.
La estrategia de Murtra, ex presidente de Indra, defensor de la consolidación del sector en Europa, es convertirse en uno de los mayores operadores continentales tras desprenderse progresivamente de sus negocios en Latinoamérica. Pero para lograrlo enfrenta un desafío formidable.
En primer lugar, tiene que reducir el dividendo, una medida ambiciosa que podría disminuir la retribución al accionista, pero también sanear las cuentas y reducir la deuda, lo que se traduce en un ahorro de 850 millones en dos años. Esta maniobra no ha sido bien recibida por todos los grupos de accionistas.
Además, hay quien sugiere una posible ampliación de capital, una medida que podría afectar a la inversión financiera que mantiene BBVA en Telefónica. También se especula con la absorción de Vodafone España, aunque esta operación enfrentaría problemas de competencia y tendría que sortear las restricciones impuestas por la CNMC.
En otro orden de cosas, Murtra también tiene que abordar el ajuste laboral, un tema que ha sido exigido por los sindicatos. Se estima que podrían afectar entre 4.000 y 7.000 trabajadores, lo que aumentaría los costes laborales del ejercicio pero permitiría rebajar la masa salarial a medio plazo y sanear el balance para las futuras operaciones.
En cuanto a la salida de Hispanoamérica, Telefónica se ha desprendido de varios países, incluyendo Ecuador, México, Argentina, Perú, Uruguay y Colombia. La compañía prepara su salida de Chile, mientras que en Brasil considerada un negocio estratégico, permanecerá.
Finalmente, la teleoperadora también tiene la posibilidad de recurrir a su amplia cartera inmobiliaria para obtener cash. Se han barajado posibles operaciones para colocar algunos activos, como la histórica sede de Gran Vía 28 o la sede corporativa en el Distrito C de Las Tablas.
El próximo martes Murtra tendrá el reto de convencer al mercado de sus planes a futuro y presentar sus cuentas correspondientes al tercer trimestre. La reacción en bolsa no se hará esperar, y el balance bursátil del año seguirá sin despegar.
La estrategia de Murtra, ex presidente de Indra, defensor de la consolidación del sector en Europa, es convertirse en uno de los mayores operadores continentales tras desprenderse progresivamente de sus negocios en Latinoamérica. Pero para lograrlo enfrenta un desafío formidable.
En primer lugar, tiene que reducir el dividendo, una medida ambiciosa que podría disminuir la retribución al accionista, pero también sanear las cuentas y reducir la deuda, lo que se traduce en un ahorro de 850 millones en dos años. Esta maniobra no ha sido bien recibida por todos los grupos de accionistas.
Además, hay quien sugiere una posible ampliación de capital, una medida que podría afectar a la inversión financiera que mantiene BBVA en Telefónica. También se especula con la absorción de Vodafone España, aunque esta operación enfrentaría problemas de competencia y tendría que sortear las restricciones impuestas por la CNMC.
En otro orden de cosas, Murtra también tiene que abordar el ajuste laboral, un tema que ha sido exigido por los sindicatos. Se estima que podrían afectar entre 4.000 y 7.000 trabajadores, lo que aumentaría los costes laborales del ejercicio pero permitiría rebajar la masa salarial a medio plazo y sanear el balance para las futuras operaciones.
En cuanto a la salida de Hispanoamérica, Telefónica se ha desprendido de varios países, incluyendo Ecuador, México, Argentina, Perú, Uruguay y Colombia. La compañía prepara su salida de Chile, mientras que en Brasil considerada un negocio estratégico, permanecerá.
Finalmente, la teleoperadora también tiene la posibilidad de recurrir a su amplia cartera inmobiliaria para obtener cash. Se han barajado posibles operaciones para colocar algunos activos, como la histórica sede de Gran Vía 28 o la sede corporativa en el Distrito C de Las Tablas.
El próximo martes Murtra tendrá el reto de convencer al mercado de sus planes a futuro y presentar sus cuentas correspondientes al tercer trimestre. La reacción en bolsa no se hará esperar, y el balance bursátil del año seguirá sin despegar.