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Sudán se desangra en silencio mientras el mundo mira hacia otro lado. El país se encuentra al borde del colapso, con 500 personas asesinadas en un hospital materno y más de 11 millones de personas desplazadas debido a una estrategia de guerra que incluye masacres a cielo abierto, hambruna y violaciones. La comunidad internacional parece ignorar la crisis humanitaria, mientras que el conflicto entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) continúa sin resolver.
¿Quién lucha contra quién? ¿Qué papel juegan los intereses económicos, como el oro, y las potencias extranjeras como Emiratos Árabes, Rusia, Arabia Saudí, Egipto y Estados Unidos? La respuesta es compleja, pero lo que es seguro es que la situación en Sudán es crítica.
Historias de vida cotidiana se pierden en el olvido mientras la guerra continúa. Las familias se ven obligadas a dejar sus hogares y buscar refugio en otros lugares, sin saber cuándo podrán regresar. La hambruna se ceba con el país, afectando a millones de personas que no tienen acceso a alimentos básicos.
La crisis humanitaria en Sudán es un recordatorio de la necesidad de que la comunidad internacional tome medidas para parar la guerra y garantizar la seguridad y el bienestar de las personas inocentes. ¿Qué salida queda para un país al borde del colapso? La respuesta es que hay que actuar ahora, antes de que sea demasiado tarde.
El historiador Dagauh Komenan, profesor en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, nos recuerda que la historia se repite cuando las naciones olvidan los horrores del pasado. La periodista Patricia Simón, que ha cubierto y seguido de cerca este conflicto, nos hace ver la realidad de la situación en Sudán. Y la hija sudanesa Islam Karrar, que vive actualmente en España, nos da voz a las personas afectadas por la guerra.
Mientras tanto, en "Sopas con Ondas", hablamos con Samy Guessabi, director de Acción Contra el Hambre en Sudán, para conocer la situación humanitaria y la hambruna extrema que afecta al país.
¿Quién lucha contra quién? ¿Qué papel juegan los intereses económicos, como el oro, y las potencias extranjeras como Emiratos Árabes, Rusia, Arabia Saudí, Egipto y Estados Unidos? La respuesta es compleja, pero lo que es seguro es que la situación en Sudán es crítica.
Historias de vida cotidiana se pierden en el olvido mientras la guerra continúa. Las familias se ven obligadas a dejar sus hogares y buscar refugio en otros lugares, sin saber cuándo podrán regresar. La hambruna se ceba con el país, afectando a millones de personas que no tienen acceso a alimentos básicos.
La crisis humanitaria en Sudán es un recordatorio de la necesidad de que la comunidad internacional tome medidas para parar la guerra y garantizar la seguridad y el bienestar de las personas inocentes. ¿Qué salida queda para un país al borde del colapso? La respuesta es que hay que actuar ahora, antes de que sea demasiado tarde.
El historiador Dagauh Komenan, profesor en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, nos recuerda que la historia se repite cuando las naciones olvidan los horrores del pasado. La periodista Patricia Simón, que ha cubierto y seguido de cerca este conflicto, nos hace ver la realidad de la situación en Sudán. Y la hija sudanesa Islam Karrar, que vive actualmente en España, nos da voz a las personas afectadas por la guerra.
Mientras tanto, en "Sopas con Ondas", hablamos con Samy Guessabi, director de Acción Contra el Hambre en Sudán, para conocer la situación humanitaria y la hambruna extrema que afecta al país.
La gente que está viviendo esto es la que deberíamos estar pensando, no las potencias extranjeras que están jugando con el fuego y luego nos dicen "¿quién es quién?".
¿Cómo pueden más de 11 millones de personas vivir sin acceso a alimentos básicos? La situación es crítica, no podemos seguir mirando hacia otro lado mientras la gente sufre.
¿Qué pasó con el mundo? ¡Estamos tan distraídos! Me parece que todos están de acuerdo en que algo está muy mal en Sudán, pero nadie se atreve a hablar abiertamente sobre la realidad. La culpa es de los intereses económicos y las potencias extranjeras, ¿verdad? Pero ¿qué hay de nosotros? ¿Qué podemos hacer para cambiar algo? Me parece que la respuesta es que debemos hablar más y no tan poco. Si todos nos calláramos, nadie se quedaría con el problema. Además, ¿por qué siempre tenemos que elegir entre este o ese país? ¿No podemos preocuparnos por ambos? La verdad es que me siento un poco frustrado por la falta de acción...
. La crisis en Sudán es un ejemplo más de cómo no nos importan las vidas humanas cuando hay intereses económicos en juego. Es como si estuviéramos viviendo en un sueño donde la realidad se pierde en el olvido. ¿Quién está dispuesto a hacer algo para detener la hambruna y los asesinatos en Sudán? ¿Quién está dispuesto a escuchar las historias de vida cotidianas que nos pierden en el olvido? Me parece que la comunidad internacional sigue ignorando la crisis humanitaria.
¡Eso es horroroso! ¿Cómo pueden pasarles las potencias extranjeras esas cosas? ¡Es como si estuvieran de espaldas a la humanidad! La gente sufre y muere, pero nadie hace nada por ayudarlas. Es un escándalo 
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La comunidad internacional debería hacer algo al respecto, pero parece que están más interesados en sus intereses económicos que en salvar vidas humanas.
Esta situación en Sudán es un desastre, pero es como si nadie quiera verlo o escucharlo. La gente está muerta, las familias están separadas y millones de personas están sin comida... 
Los intereses económicos son lo único que importan en este caso. El oro, la energía... ¡qué falta de humanidad! 
Y las potencias extranjeras que están jugando con el fuego, no se preocupan por las consecuencias. Es como si fuera un juego de ajedrez y ellos fueran los peones que se sacrifican.
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, como el historiador Dagauh Komenan nos recuerda.
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. Me pregunto, ¿cómo podemos hacer para ayudar a las familias que han perdido sus hogares y no saben cuándo podrán regresar? ¿Qué podemos hacer para cambiar la situación en Sudán?