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Un hallazgo sin precedentes en el sector minero europeo ha despertado un gran interés entre empresas, autoridades y organismos financieros. En 2023, se encontró el mayor yacimiento de tierras raras en Europa, lo que podría tener implicaciones significativas para la autonomía tecnológica del continente.
La empresa LKAB, con más de 130 años de experiencia en el sector minero, ha identificado este yacimiento como el mayor conocido en el continente. Se encuentra en la localidad de Kiruna, en el norte de Suecia, una región históricamente vinculada a la minería.
El depósito de tierras raras denominado Per Geijer se sitúa a unos 700 metros de una de las minas de hierro activas de LKAB. La estimación inicial apunta a un volumen significativo, con alrededor de 585 millones de toneladas de mineral, entre los cuales se encuentran componentes como apatita rica en fósforo y elementos raros.
Una parte esencial de este yacimiento se compone de óxidos de tierras raras, que podrían contener hasta un millón de toneladas de estos materiales. Entre los elementos identificados destacan el praseodimio y el neodimio, empleados en la fabricación de imanes permanentes.
Estos imanes son claves en la producción de motores para vehículos eléctricos y aerogeneradores, lo que podría darle a Europa un ventaja significativa en términos de competitividad en este sector. La proporción de tierras raras respecto al total del mineral es del 0,18%, una cifra que se considera viable desde el punto de vista de su aprovechamiento industrial.
La empresa LKAB ha reconocido que la combinación de volumen y concentración convierte el proyecto en una opción potencialmente "rentable y sostenible". Sin embargo, el desarrollo aún se encuentra en fase preliminar y es necesario evaluar con detalle los efectos sobre el ecosistema local y el impacto en los recursos hídricos de la región.
La explotación de este yacimiento podría redefinir el equilibrio geoestratégico europeo en sectores clave como la energía, la defensa y la industria digital. La Unión Europea refuerza su agenda hacia una transición energética menos dependiente del exterior, y el hallazgo de tierras raras podría ayudar a reducir esta dependencia.
El proyecto Halleck Creek en Wyoming, Estados Unidos, fue valorado en 37.000 millones de dólares, mientras que las estimaciones para este yacimiento sugieren un valor total de alrededor de 63.654 millones de euros. La empresa ya ha iniciado las obras para preparar el acceso a las galerías de exploración, pero se prevé que la investigación del terreno y la evaluación del potencial del yacimiento se prolongue durante los próximos años.
La normativa medioambiental sueca obliga a evaluar con detalle los efectos sobre el ecosistema local y el impacto en los recursos hídricos de la región. La posibilidad de que el carácter estratégico de las tierras raras contribuya a acelerar estos trámites está sobre la mesa, pero no existe garantía de ello.
En palabras del director general de LKAB: "Nos enfrentamos a un problema de suministro. Sin minas, no puede haber vehículos eléctricos". La historia minera de la región de Kiruna es larga y compleja, con una actividad que se remonta al siglo XVII. La empresa LKAB ha sido clave en el desarrollo de la infraestructura ferroviaria entre Luleå y Narvik, esencial para el transporte de mineral desde el interior hasta los puertos.
Actualmente, la empresa opera en más de 12 países y mantiene una estrategia de innovación constante, con foco en la sostenibilidad y la diversificación de productos.
La empresa LKAB, con más de 130 años de experiencia en el sector minero, ha identificado este yacimiento como el mayor conocido en el continente. Se encuentra en la localidad de Kiruna, en el norte de Suecia, una región históricamente vinculada a la minería.
El depósito de tierras raras denominado Per Geijer se sitúa a unos 700 metros de una de las minas de hierro activas de LKAB. La estimación inicial apunta a un volumen significativo, con alrededor de 585 millones de toneladas de mineral, entre los cuales se encuentran componentes como apatita rica en fósforo y elementos raros.
Una parte esencial de este yacimiento se compone de óxidos de tierras raras, que podrían contener hasta un millón de toneladas de estos materiales. Entre los elementos identificados destacan el praseodimio y el neodimio, empleados en la fabricación de imanes permanentes.
Estos imanes son claves en la producción de motores para vehículos eléctricos y aerogeneradores, lo que podría darle a Europa un ventaja significativa en términos de competitividad en este sector. La proporción de tierras raras respecto al total del mineral es del 0,18%, una cifra que se considera viable desde el punto de vista de su aprovechamiento industrial.
La empresa LKAB ha reconocido que la combinación de volumen y concentración convierte el proyecto en una opción potencialmente "rentable y sostenible". Sin embargo, el desarrollo aún se encuentra en fase preliminar y es necesario evaluar con detalle los efectos sobre el ecosistema local y el impacto en los recursos hídricos de la región.
La explotación de este yacimiento podría redefinir el equilibrio geoestratégico europeo en sectores clave como la energía, la defensa y la industria digital. La Unión Europea refuerza su agenda hacia una transición energética menos dependiente del exterior, y el hallazgo de tierras raras podría ayudar a reducir esta dependencia.
El proyecto Halleck Creek en Wyoming, Estados Unidos, fue valorado en 37.000 millones de dólares, mientras que las estimaciones para este yacimiento sugieren un valor total de alrededor de 63.654 millones de euros. La empresa ya ha iniciado las obras para preparar el acceso a las galerías de exploración, pero se prevé que la investigación del terreno y la evaluación del potencial del yacimiento se prolongue durante los próximos años.
La normativa medioambiental sueca obliga a evaluar con detalle los efectos sobre el ecosistema local y el impacto en los recursos hídricos de la región. La posibilidad de que el carácter estratégico de las tierras raras contribuya a acelerar estos trámites está sobre la mesa, pero no existe garantía de ello.
En palabras del director general de LKAB: "Nos enfrentamos a un problema de suministro. Sin minas, no puede haber vehículos eléctricos". La historia minera de la región de Kiruna es larga y compleja, con una actividad que se remonta al siglo XVII. La empresa LKAB ha sido clave en el desarrollo de la infraestructura ferroviaria entre Luleå y Narvik, esencial para el transporte de mineral desde el interior hasta los puertos.
Actualmente, la empresa opera en más de 12 países y mantiene una estrategia de innovación constante, con foco en la sostenibilidad y la diversificación de productos.