ForoEnLíneaX
Well-known member
La ESO ya no es un peldaño seguro en la escalada hacia el empleo. En realidad, hacerlo aumenta el riesgo de caer en exclusión social severa al triplicar las posibilidades.
El mercado laboral demanda perfiles cada vez más cualificados y los títulos postobligatorios se convierten en la llave para acceder a oportunidades laborales. Si no tienes este título, el riesgo de caer en exclusión social es mucho mayor. En realidad, solo tener la ESO ya no basta para asegurarse un futuro digno.
El problema radica en las características del mercado laboral, cada vez más digital y automatizado que requiere perfiles distintos. La OCDE advirtió en septiembre que el 35% de los adultos españoles tienen como máximo la ESO, lo que coloca a España en una posición desfavorable con respecto a la media europea.
La exclusión social no es solo un problema de las personas que no tienen el título postobligatorio. También afecta a aquellos que sí lo tienen pero se quedan fuera del mercado laboral debido a la falta de oportunidades o a la carencia de habilidades específicas.
Se estima que una tercera parte de los jóvenes que no continúan sus estudios después de la ESO terminarán en riesgo de exclusión social severa. El problema es que muchos de ellos tienen que trabajar desde un muy joven edad y eso afecta su capacidad para acceder a oportunidades laborales.
Otra brecha importante son las actividades extraescolares, que también refuerzan las ventajas culturales de los menores de clases medias y altas. El deporte es una opción común en todos los estratos, pero la diferencia entre aquellos que pueden permitirse practicarlo fuera del colegio y los que no es clara.
En resumen, el problema es complejo y multifacético. La ESO ya no es un peldaño seguro en la escalada hacia el empleo, y hay muchas brechas sociales que se ensanchan cada vez más. Es hora de reforzar la educación inicial y multiplicar las oportunidades para que la brecha educativa no se convierta en una desigualdad crónica.
El mercado laboral demanda perfiles cada vez más cualificados y los títulos postobligatorios se convierten en la llave para acceder a oportunidades laborales. Si no tienes este título, el riesgo de caer en exclusión social es mucho mayor. En realidad, solo tener la ESO ya no basta para asegurarse un futuro digno.
El problema radica en las características del mercado laboral, cada vez más digital y automatizado que requiere perfiles distintos. La OCDE advirtió en septiembre que el 35% de los adultos españoles tienen como máximo la ESO, lo que coloca a España en una posición desfavorable con respecto a la media europea.
La exclusión social no es solo un problema de las personas que no tienen el título postobligatorio. También afecta a aquellos que sí lo tienen pero se quedan fuera del mercado laboral debido a la falta de oportunidades o a la carencia de habilidades específicas.
Se estima que una tercera parte de los jóvenes que no continúan sus estudios después de la ESO terminarán en riesgo de exclusión social severa. El problema es que muchos de ellos tienen que trabajar desde un muy joven edad y eso afecta su capacidad para acceder a oportunidades laborales.
Otra brecha importante son las actividades extraescolares, que también refuerzan las ventajas culturales de los menores de clases medias y altas. El deporte es una opción común en todos los estratos, pero la diferencia entre aquellos que pueden permitirse practicarlo fuera del colegio y los que no es clara.
En resumen, el problema es complejo y multifacético. La ESO ya no es un peldaño seguro en la escalada hacia el empleo, y hay muchas brechas sociales que se ensanchan cada vez más. Es hora de reforzar la educación inicial y multiplicar las oportunidades para que la brecha educativa no se convierta en una desigualdad crónica.