CharlaContinente
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La generación Z, originaria del mundo digital, se ha echado a la calle en todo el planeta. Desde Nepal hasta Perú, pasando por Madagascar, Marruecos y otros países, miles de jóvenes nacidos entre mediados de la década de los noventa y 2010 han abandonado sus dispositivos para expresar su descontento con el futuro que se les presenta.
El malestar se expresa por distintos motivos. La frustración por la falta de perspectivas de educación y empleo, así como la repulsa a la corrupción y el nepotismo son los principales impulsores de esta revuelta. Están liderados por un símbolo que no es del mundo político marroquí: la bandera pirata con una calavera cubierta por un sombrero de paja, que les inspiró el manga japonés "One Piece", donde se lucha contra un supuesto gobierno mundial autoritario y corrupto.
Más allá de los símbolos y las imágenes, lo que motiva a la generación Z es el descontento por la desigualdad económica. La juventud marroquí exige más inversiones en nuevos hospitales y centros educativos, menos Mundial y más hospitales. En Marruecos, este estallido social ha llevado a una ola de descontento que tiene como objetivo "menos Mundial y más hospitales".
En estos días, las concentraciones han vuelto a Rabat y otras ciudades del país norteafricano. El grupo GenZ 212 ha recomendado frenar la marea global de la generación Z pero su movimiento continúa en marcha y llama a la juventud marroquí a movilizarse masivamente hasta que se sientan satisfechas sus reivindicaciones.
"El ejercicio de la libertad de expresión no es un delito", advierten los jóvenes. Marruecos, al igual que otros países donde ha estallado esta revuelta global, enfrenta el desafío de aplicar estas exigencias.
La maquinaria judicial ya se ha puesto en marcha y ha condenado a 17 jóvenes a duras penas por participar en violentos altercados. La Organización para la Libertad de las Personas (HRW) eleva a un millar la cifra de detenidos y pide que respeten el derecho a la protesta.
Mientras, en otros países, como Nepal y Perú, los jóvenes han liderado movilizaciones masivas contra gobiernos cuestionados. La generación Z se ha reivindicado como una fuerza política y social cada vez más importante.
El malestar se expresa por distintos motivos. La frustración por la falta de perspectivas de educación y empleo, así como la repulsa a la corrupción y el nepotismo son los principales impulsores de esta revuelta. Están liderados por un símbolo que no es del mundo político marroquí: la bandera pirata con una calavera cubierta por un sombrero de paja, que les inspiró el manga japonés "One Piece", donde se lucha contra un supuesto gobierno mundial autoritario y corrupto.
Más allá de los símbolos y las imágenes, lo que motiva a la generación Z es el descontento por la desigualdad económica. La juventud marroquí exige más inversiones en nuevos hospitales y centros educativos, menos Mundial y más hospitales. En Marruecos, este estallido social ha llevado a una ola de descontento que tiene como objetivo "menos Mundial y más hospitales".
En estos días, las concentraciones han vuelto a Rabat y otras ciudades del país norteafricano. El grupo GenZ 212 ha recomendado frenar la marea global de la generación Z pero su movimiento continúa en marcha y llama a la juventud marroquí a movilizarse masivamente hasta que se sientan satisfechas sus reivindicaciones.
"El ejercicio de la libertad de expresión no es un delito", advierten los jóvenes. Marruecos, al igual que otros países donde ha estallado esta revuelta global, enfrenta el desafío de aplicar estas exigencias.
La maquinaria judicial ya se ha puesto en marcha y ha condenado a 17 jóvenes a duras penas por participar en violentos altercados. La Organización para la Libertad de las Personas (HRW) eleva a un millar la cifra de detenidos y pide que respeten el derecho a la protesta.
Mientras, en otros países, como Nepal y Perú, los jóvenes han liderado movilizaciones masivas contra gobiernos cuestionados. La generación Z se ha reivindicado como una fuerza política y social cada vez más importante.