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El cazador que disparó a Hel, el ibis abatido a tiros en Extremadura, sigue libre e impune un año después. La investigación por la muerte de este ibis hace ahora un año, sigue abierta pero sin resultados. El Seprona informa al Diario.es.
Matar a una especie protegida sale demasiado barato. La falta de medidas administrativas por parte de la Junta contra el coto de caza donde se produjeron los hechos es "vergonzosa". Para Carlos Garrón, de Ecologistas en Acción de Extremadura, esta actitud es inaceptable.
El caso del ibis eremita Hel nació en un pequeño zoológico de Carintia. Según el proyecto LIFE-NBI, que está enseñando a estas aves a volar desde Alemania a Barbate, en Cádiz. Las aves volaron más de 2.000 kilómetros siguiendo el paramotor pilotado por Johannes Fritz.
El cuerpo de Hel fue encontrado con varios disparos en una explotación ganadera limítrofe con el coto social de caza de Fregenal. Es el tercer ibis de este programa abatido por cazadores en España, pero seguramente no es el último. Ahora se está investigando otro posible caso en Málaga y el 16 de octubre murieron tiroteados dos ibis en el norte de Italia.
Las organizaciones ecologistas celebraron esta decisión judicial sobre el caso de Montemolín, pero consideran que los esfuerzos para perseguir este tipo de delitos son insuficientes. La actitud de la Junta extremeña es "vergonzosa".
"No hay avances y es verdad que el asunto puede prescribir y se puede quedar la cosa en el aire", asegura Miguel Ángel Quevedo, veterinario del Zoobotánico de Jerez. El equipo alemán está muy preocupado por la población de ibises, que están sufriendo mucho por los disparos.
"Es necesario reforzar los mecanismos de vigilancia, prevención y sensibilización frente a prácticas ilegales como estas", asegura David de la Bodega, responsable del programa legal de SEO/BirdLIfe. La especialización en la investigación de estos casos y la colaboración entre administraciones públicas, cuerpos de seguridad, centros de recuperación y organizaciones conservacionistas, es clave para la eliminación de los delitos contra la fauna y la preservación del patrimonio natural extremeño.
De las 32 aves que llegaron en 2023 siguiendo al paramotor como Hel solo quedan 10 con vida. En total, en España han muerto o desaparecido 38 ibis y algunos han caído en lugares inaccesibles, por lo que nunca sabremos las causas.
"Si se dispara a una especie como esta, lo suyo es encontrar a los culpables y que haya un resultado ejemplarizador", asegura Miguel Ángel Quevedo. Los disparos por "escopeteros" son una de las principales causas de la muerte de estas aves en Italia.
El cazador que disparó a Hel sigue libre e impune, lo cual puede hacer que los ibis de la península corran el mismo destino.
Matar a una especie protegida sale demasiado barato. La falta de medidas administrativas por parte de la Junta contra el coto de caza donde se produjeron los hechos es "vergonzosa". Para Carlos Garrón, de Ecologistas en Acción de Extremadura, esta actitud es inaceptable.
El caso del ibis eremita Hel nació en un pequeño zoológico de Carintia. Según el proyecto LIFE-NBI, que está enseñando a estas aves a volar desde Alemania a Barbate, en Cádiz. Las aves volaron más de 2.000 kilómetros siguiendo el paramotor pilotado por Johannes Fritz.
El cuerpo de Hel fue encontrado con varios disparos en una explotación ganadera limítrofe con el coto social de caza de Fregenal. Es el tercer ibis de este programa abatido por cazadores en España, pero seguramente no es el último. Ahora se está investigando otro posible caso en Málaga y el 16 de octubre murieron tiroteados dos ibis en el norte de Italia.
Las organizaciones ecologistas celebraron esta decisión judicial sobre el caso de Montemolín, pero consideran que los esfuerzos para perseguir este tipo de delitos son insuficientes. La actitud de la Junta extremeña es "vergonzosa".
"No hay avances y es verdad que el asunto puede prescribir y se puede quedar la cosa en el aire", asegura Miguel Ángel Quevedo, veterinario del Zoobotánico de Jerez. El equipo alemán está muy preocupado por la población de ibises, que están sufriendo mucho por los disparos.
"Es necesario reforzar los mecanismos de vigilancia, prevención y sensibilización frente a prácticas ilegales como estas", asegura David de la Bodega, responsable del programa legal de SEO/BirdLIfe. La especialización en la investigación de estos casos y la colaboración entre administraciones públicas, cuerpos de seguridad, centros de recuperación y organizaciones conservacionistas, es clave para la eliminación de los delitos contra la fauna y la preservación del patrimonio natural extremeño.
De las 32 aves que llegaron en 2023 siguiendo al paramotor como Hel solo quedan 10 con vida. En total, en España han muerto o desaparecido 38 ibis y algunos han caído en lugares inaccesibles, por lo que nunca sabremos las causas.
"Si se dispara a una especie como esta, lo suyo es encontrar a los culpables y que haya un resultado ejemplarizador", asegura Miguel Ángel Quevedo. Los disparos por "escopeteros" son una de las principales causas de la muerte de estas aves en Italia.
El cazador que disparó a Hel sigue libre e impune, lo cual puede hacer que los ibis de la península corran el mismo destino.