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La era ChatGPT: cómo estamos hablando como robots. La conversación se ha vuelto cada vez más monótona y despersonalizada, mientras que el contenido generado por estas herramientas de inteligencia artificial (IA) se está volviendo cada vez más superficial.
"ChatGPT tiene un estilo distintivo", explica Philip Seargeant, catedrático de Lingüística Aplicada en The Open University. "Redacta de un modo competente pero desabrido. Hay poca variación en la escritura y ciertas construcciones se repiten con regularidad".
Pero ¿qué implica esto para el lenguaje humano? La respuesta es que estamos perdiendo la capacidad de expresarnos de manera auténtica y original. "El estilo despersonalizado impregna los textos, puedes sentir que quien lo ha enviado no tiene una comprensión profunda del asunto", afirma Juan Antonio Latorre García, lingüista forense y profesor de la Universidad Complutense.
Y es que la IA está cambiando el modo en que nos comunicamos. Los usuarios tienden a converger en las palabras y en las ideas, lo que se conoce como "efecto homogeneizador". "Los LLM están entrenados para detectar patrones en vastas extensiones de datos, y las respuestas que producen tienden al consenso", explica Natalya Kosmyna, autora de un estudio del MIT.
Pero ¿qué pasa con la creatividad y la originalidad? Según Chiara Longoni, psicóloga, "las personas con 'baja alfabetización de IA' perciben los LLM como 'magia'. Sucede sobre todo cuando se ejecutan tareas que implican características exclusivamente humanas como el humor, la empatía y la creatividad".
Y es que ChatGPT está creando un efecto hipnótico, que induce a los humanos a desconfiar de su propia habilidad y conocimiento. "ChatGPT no duda", recuerda Ezequiel López, investigador del Instituto Max Planck. "Da respuestas únicas y categóricas sean o no correctas, y los humanos somos vulnerables al sesgo de confirmación: nos quedamos con aquello que mejor se alinea con nuestros deseos".
En resumen, la era ChatGPT está cambiando el modo en que hablamos y pensamos. Estamos perdiendo la capacidad de expresarnos de manera auténtica y original, y estamos cada vez más dependientes de herramientas de IA para generar contenido. Pero ¿qué consecuencias tendrá esto a largo plazo? Solo el tiempo lo dirá.
"ChatGPT tiene un estilo distintivo", explica Philip Seargeant, catedrático de Lingüística Aplicada en The Open University. "Redacta de un modo competente pero desabrido. Hay poca variación en la escritura y ciertas construcciones se repiten con regularidad".
Pero ¿qué implica esto para el lenguaje humano? La respuesta es que estamos perdiendo la capacidad de expresarnos de manera auténtica y original. "El estilo despersonalizado impregna los textos, puedes sentir que quien lo ha enviado no tiene una comprensión profunda del asunto", afirma Juan Antonio Latorre García, lingüista forense y profesor de la Universidad Complutense.
Y es que la IA está cambiando el modo en que nos comunicamos. Los usuarios tienden a converger en las palabras y en las ideas, lo que se conoce como "efecto homogeneizador". "Los LLM están entrenados para detectar patrones en vastas extensiones de datos, y las respuestas que producen tienden al consenso", explica Natalya Kosmyna, autora de un estudio del MIT.
Pero ¿qué pasa con la creatividad y la originalidad? Según Chiara Longoni, psicóloga, "las personas con 'baja alfabetización de IA' perciben los LLM como 'magia'. Sucede sobre todo cuando se ejecutan tareas que implican características exclusivamente humanas como el humor, la empatía y la creatividad".
Y es que ChatGPT está creando un efecto hipnótico, que induce a los humanos a desconfiar de su propia habilidad y conocimiento. "ChatGPT no duda", recuerda Ezequiel López, investigador del Instituto Max Planck. "Da respuestas únicas y categóricas sean o no correctas, y los humanos somos vulnerables al sesgo de confirmación: nos quedamos con aquello que mejor se alinea con nuestros deseos".
En resumen, la era ChatGPT está cambiando el modo en que hablamos y pensamos. Estamos perdiendo la capacidad de expresarnos de manera auténtica y original, y estamos cada vez más dependientes de herramientas de IA para generar contenido. Pero ¿qué consecuencias tendrá esto a largo plazo? Solo el tiempo lo dirá.