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EE.UU. plantea al mayor portaaviones del mundo en el Caribe, con miras en Venezuela y su narcodictadura.
El portaaviones Gerald R. Ford, el más grande y avanzado del mundo, cruzó ayer el paso de Anegada y se encuentra oficialmente en el mar Caribe para integrarse a la Operación Lanza del Sur (Operación Southern Spear), una misión estadounidense diseñada para combatir las redes criminales que explotan las fronteras y dominios marítimos compartidos con Venezuela.
La presencia del portaaviones se ha producido horas después de que la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, haya llamado a los militares venezolanos aún leales al presidente Nicolás Maduro a "bajen las armas" para facilitar "la libertad" del país. Machado ha advertido de que "lo que va a pasar ya está pasando" y que esa "hora decisiva es inminente", por lo que ha instado a los militares a reflexionar sobre su papel: "La posición que cada uno tome marcará su vida para siempre".
En el contexto de la Operación Lanza del Sur, Washington sostiene que el despliegue apunta a frenar las redes de narcotráfico con origen en Venezuela y ha acusado públicamente al presidente Maduro y a varios altos mandos chavistas de liderar el llamado Cártel de los Soles. Por la captura del mandatario, EE.UU. mantiene una recompensa de 50 millones de dólares.
El narcodictador Nicolás Maduro ha intensificado su retórica antiestadounidense, denunciando lo que considera "imperialismo" y llamando a la población a defender el país de una posible invasión. A mediados de septiembre, lanzó un programa de movilización civil y esta semana las Fuerzas Armadas realizaron un ejercicio militar masivo con alrededor de 200.000 participantes.
El gobierno venezolano denuncia una "provocación militar" y acusa a Washington de escalar deliberadamente el conflicto, mientras que EE.UU. sostiene que su presencia en el Caribe es una medida de fuerza para proteger la seguridad y la prosperidad de su nación contra el narcoterrorismo en el hemisferio occidental.
El portaaviones Gerald R. Ford es capaz de lanzar y recuperar aviones de ala fija de manera simultánea, de día o de noche, lo que incrementa considerablemente la capacidad estadounidense de proyectar poder en la región. Con más de 4.000 marineros y decenas de aviones tácticos, el portaaviones es una plataforma militar formidable que se suma a la presencia militar estadounidense en la región.
El portaaviones Gerald R. Ford, el más grande y avanzado del mundo, cruzó ayer el paso de Anegada y se encuentra oficialmente en el mar Caribe para integrarse a la Operación Lanza del Sur (Operación Southern Spear), una misión estadounidense diseñada para combatir las redes criminales que explotan las fronteras y dominios marítimos compartidos con Venezuela.
La presencia del portaaviones se ha producido horas después de que la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, haya llamado a los militares venezolanos aún leales al presidente Nicolás Maduro a "bajen las armas" para facilitar "la libertad" del país. Machado ha advertido de que "lo que va a pasar ya está pasando" y que esa "hora decisiva es inminente", por lo que ha instado a los militares a reflexionar sobre su papel: "La posición que cada uno tome marcará su vida para siempre".
En el contexto de la Operación Lanza del Sur, Washington sostiene que el despliegue apunta a frenar las redes de narcotráfico con origen en Venezuela y ha acusado públicamente al presidente Maduro y a varios altos mandos chavistas de liderar el llamado Cártel de los Soles. Por la captura del mandatario, EE.UU. mantiene una recompensa de 50 millones de dólares.
El narcodictador Nicolás Maduro ha intensificado su retórica antiestadounidense, denunciando lo que considera "imperialismo" y llamando a la población a defender el país de una posible invasión. A mediados de septiembre, lanzó un programa de movilización civil y esta semana las Fuerzas Armadas realizaron un ejercicio militar masivo con alrededor de 200.000 participantes.
El gobierno venezolano denuncia una "provocación militar" y acusa a Washington de escalar deliberadamente el conflicto, mientras que EE.UU. sostiene que su presencia en el Caribe es una medida de fuerza para proteger la seguridad y la prosperidad de su nación contra el narcoterrorismo en el hemisferio occidental.
El portaaviones Gerald R. Ford es capaz de lanzar y recuperar aviones de ala fija de manera simultánea, de día o de noche, lo que incrementa considerablemente la capacidad estadounidense de proyectar poder en la región. Con más de 4.000 marineros y decenas de aviones tácticos, el portaaviones es una plataforma militar formidable que se suma a la presencia militar estadounidense en la región.