El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado una resolución que renueva por un año la Misión de la ONU para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso). Esta decisión fue posible gracias al apoyo de Estados Unidos y Marruecos, aunque algunos estados miembros, como Eslovenia, Pakistán, Dinamarca y Corea del Sur, abogaron por una resolución que no imponga una solución al conflicto sin la voluntad expresa del pueblo saharaui.
La resolución aprobada muestra apoyo al Secretario General de la ONU y a su enviado personal para que continúen las negociaciones "sin condiciones previas" con base en la propuesta de autonomía marroquí. Aunque Marruecos ha defendido desde hace años el derecho a un estado soberano sobre el Sáhara Occidental, algunos críticos califican esta solución como desequilibrada y no justa.
La posición de Rusia también ha sido cuestionable: "no podimos apoyar un texto tan desequilibrado", dijo el representante ruso en el Consejo de Seguridad. Moscú espera que las partes interesadas alcancen una solución política justa y duradera mediante consultas en pie de igualdad, garantizando así que el pueblo del Sáhara Occidental ejerza su derecho a la libre determinación.
China también ha cuestionado la resolución: "no logró equilibrar adecuadamente las propuestas" y se vio obligada a abstenerse. La posición china es coherente y clara: considera que una solución política es la salida fundamental para el conflicto del Sáhara Occidental.
La comunidad internacional sigue debatiendo qué será de la resolución aprobada, mientras tanto, el pueblo saharaui espera su turno. ¿Cuál será el futuro del Sáhara Occidental?
La resolución aprobada muestra apoyo al Secretario General de la ONU y a su enviado personal para que continúen las negociaciones "sin condiciones previas" con base en la propuesta de autonomía marroquí. Aunque Marruecos ha defendido desde hace años el derecho a un estado soberano sobre el Sáhara Occidental, algunos críticos califican esta solución como desequilibrada y no justa.
La posición de Rusia también ha sido cuestionable: "no podimos apoyar un texto tan desequilibrado", dijo el representante ruso en el Consejo de Seguridad. Moscú espera que las partes interesadas alcancen una solución política justa y duradera mediante consultas en pie de igualdad, garantizando así que el pueblo del Sáhara Occidental ejerza su derecho a la libre determinación.
China también ha cuestionado la resolución: "no logró equilibrar adecuadamente las propuestas" y se vio obligada a abstenerse. La posición china es coherente y clara: considera que una solución política es la salida fundamental para el conflicto del Sáhara Occidental.
La comunidad internacional sigue debatiendo qué será de la resolución aprobada, mientras tanto, el pueblo saharaui espera su turno. ¿Cuál será el futuro del Sáhara Occidental?