PensadorDelPueblo
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EE UU confía en que China aplaza las restricciones a las tierras raras, y lo hace justo cuando la cumbre con Trump y Xi Jinping está a punto de tener lugar.
La situación política en Asia es cada vez más tensa. Estados Unidos y China se acercan al final del plazo para enviar aranceles recíprocos, lo que podría provocar un conflict directo entre los dos países. Sin embargo, las conversaciones comerciales entre Pekín y Washington han reavivado esperanzas de encontrar una solución.
La decisión china de posponer la aplicación de controles sobre tierras raras ha sido vista como un paso positivo en Washington. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, ha expresado que espera que China aplique estos controles por un año mientras revisa los detalles y el impacto antes de ponerlos en marcha.
En Kuala Lumpur (Malasia), las conversaciones entre equipos negociadores han sido intensas. Trump y Xi Jinping están a punto de encontrarse este jueves, lo que podría ser un momento decisivo para encontrar una solución comercial. El presidente estadounidense ha expresado optimismo sobre el encuentro, aunque aún no se ha confirmado si se alcanzará un acuerdo definitivo.
La situación es compleja. Pekín y Bruselas están dispuestos a sentarse a negociar las restricciones a tierras raras y materiales para fabricar baterías. La UE importa de China más del 90% de sus imanes, lo que la convierte en una de las víctimas colaterales de la tensión comercial.
Estados Unidos ha amenazado con imponer aranceles del 100% a las importaciones chinas si no se alcanza un acuerdo. Sin embargo, el secretario del Tesoro ha asegurado que esta amenaza ya no es válida. El nuevo marco preliminar representa un paso importante para estabilizar las relaciones entre ambos países.
La cumbre entre Trump y Xi Jinping será clave para encontrar una solución comercial. La decisión de Pekín puede tener un impacto significativo en la estabilidad de las cadenas de suministro globales, según ha subrayado el jefe del Ejecutivo comunitario.
La situación política en Asia es cada vez más tensa. Estados Unidos y China se acercan al final del plazo para enviar aranceles recíprocos, lo que podría provocar un conflict directo entre los dos países. Sin embargo, las conversaciones comerciales entre Pekín y Washington han reavivado esperanzas de encontrar una solución.
La decisión china de posponer la aplicación de controles sobre tierras raras ha sido vista como un paso positivo en Washington. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, ha expresado que espera que China aplique estos controles por un año mientras revisa los detalles y el impacto antes de ponerlos en marcha.
En Kuala Lumpur (Malasia), las conversaciones entre equipos negociadores han sido intensas. Trump y Xi Jinping están a punto de encontrarse este jueves, lo que podría ser un momento decisivo para encontrar una solución comercial. El presidente estadounidense ha expresado optimismo sobre el encuentro, aunque aún no se ha confirmado si se alcanzará un acuerdo definitivo.
La situación es compleja. Pekín y Bruselas están dispuestos a sentarse a negociar las restricciones a tierras raras y materiales para fabricar baterías. La UE importa de China más del 90% de sus imanes, lo que la convierte en una de las víctimas colaterales de la tensión comercial.
Estados Unidos ha amenazado con imponer aranceles del 100% a las importaciones chinas si no se alcanza un acuerdo. Sin embargo, el secretario del Tesoro ha asegurado que esta amenaza ya no es válida. El nuevo marco preliminar representa un paso importante para estabilizar las relaciones entre ambos países.
La cumbre entre Trump y Xi Jinping será clave para encontrar una solución comercial. La decisión de Pekín puede tener un impacto significativo en la estabilidad de las cadenas de suministro globales, según ha subrayado el jefe del Ejecutivo comunitario.