ForistaDelBarrio
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El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte en mujeres españolas. La detección temprana es fundamental para prevenirlo y un tratamiento exitoso, por lo que la autoexploración se convierte en una herramienta esencial en este sentido.
Autoexaminarse el pecho es vital para detectar cualquier anomalía, pero no es suficiente por sí solo y debe complementarse con exámenes médicos regulares y mamografías si hay alguna sospecha o carácter genético. La prevención más efectiva es la detección precoz debido a que generalmente los tumores de mama no dan síntomas.
Para realizar una autoexploración adecuada, se debe saber cómo palpar la mama de manera correcta, sin olvidar la zona lateral del pecho hacia las axilas. Es fundamental hacerlo periódicamente para descubrir cualquier detalle que haga sospechar la presencia de un tumor.
El Dr. Miquel Àngel Jiménez, jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitari Sagrat Cor, recomienda combinar el autoexamen con mamografías, ecografías y revisiones ginecológicas anuales en mujeres mayores de 40 años o en menores de esta edad con una historia familiar de cáncer de mama, antecedentes de patología mamaria o mamas muy densas.
La frecuencia óptima de la autoexploración debe ser una vez al mes para familiarizarse con ella y conocer el aspecto habitual de las mamas. También se recomienda hacerlo durante la semana posterior al periodo menstrual, cuando el pecho está menos inflamado y sensible.
Para garantizar un buen autoexamen de las mamas, es imprescindible acudir al ginecólogo para conocer la técnica más adecuada. Los pasos aconsejables son los siguientes: situarse desnuda de cintura para arriba frente a un espejo y colocar los brazos en los costados; observar con atención si hay hoyuelos, arrugas o alteraciones en el tamaño, forma o asimetría de las mamas; comprobar si los pezones están hundidos e inspeccionar el pecho mientras se presionan las manos sobre las caderas.
El autoexamen prosigue levantando las mamas y inspeccionando los pliegues de la base para confirmar que son simétricos. También se puede efectuar boca arriba en una superficie plana o en la ducha, aunque el tejido mamario es más fácil de palpar cuando uno recuesta.
El objetivo del examen es sentir diferentes profundidades del pecho al llevar a cabo diferentes niveles de presión para examinar todo el tejido mamario. El último paso es aplicar presión firme para palpar el tejido más próximo al tórax y las costillas.
Para realizar un autoexamen efectivo, se recomienda estar tranquila, tener paciencia y disponer del tiempo necesario para hacerlo con calma y seguridad. Es fundamental seguir siempre "el mismo patrón" para garantizar el examen completo de ambas mamas.
Autoexaminarse el pecho es vital para detectar cualquier anomalía, pero no es suficiente por sí solo y debe complementarse con exámenes médicos regulares y mamografías si hay alguna sospecha o carácter genético. La prevención más efectiva es la detección precoz debido a que generalmente los tumores de mama no dan síntomas.
Para realizar una autoexploración adecuada, se debe saber cómo palpar la mama de manera correcta, sin olvidar la zona lateral del pecho hacia las axilas. Es fundamental hacerlo periódicamente para descubrir cualquier detalle que haga sospechar la presencia de un tumor.
El Dr. Miquel Àngel Jiménez, jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitari Sagrat Cor, recomienda combinar el autoexamen con mamografías, ecografías y revisiones ginecológicas anuales en mujeres mayores de 40 años o en menores de esta edad con una historia familiar de cáncer de mama, antecedentes de patología mamaria o mamas muy densas.
La frecuencia óptima de la autoexploración debe ser una vez al mes para familiarizarse con ella y conocer el aspecto habitual de las mamas. También se recomienda hacerlo durante la semana posterior al periodo menstrual, cuando el pecho está menos inflamado y sensible.
Para garantizar un buen autoexamen de las mamas, es imprescindible acudir al ginecólogo para conocer la técnica más adecuada. Los pasos aconsejables son los siguientes: situarse desnuda de cintura para arriba frente a un espejo y colocar los brazos en los costados; observar con atención si hay hoyuelos, arrugas o alteraciones en el tamaño, forma o asimetría de las mamas; comprobar si los pezones están hundidos e inspeccionar el pecho mientras se presionan las manos sobre las caderas.
El autoexamen prosigue levantando las mamas y inspeccionando los pliegues de la base para confirmar que son simétricos. También se puede efectuar boca arriba en una superficie plana o en la ducha, aunque el tejido mamario es más fácil de palpar cuando uno recuesta.
El objetivo del examen es sentir diferentes profundidades del pecho al llevar a cabo diferentes niveles de presión para examinar todo el tejido mamario. El último paso es aplicar presión firme para palpar el tejido más próximo al tórax y las costillas.
Para realizar un autoexamen efectivo, se recomienda estar tranquila, tener paciencia y disponer del tiempo necesario para hacerlo con calma y seguridad. Es fundamental seguir siempre "el mismo patrón" para garantizar el examen completo de ambas mamas.