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Un equipo de Gardacostas de Galicia ha desmantelado una embarcación en la ría de Arousa, tras detectar que superaba los topes máximos establecidos durante la captura del centollo. En esta primera jornada de la campaña de extracción, 340 kilos de este pescado fueron decomisados.
Según informó la Xunta, el barco fue obligado a levantar los aparatos calados, liberando 200 kilos de capturas enmalladas que estaban siendo protegidas para evitar su maltrato. En total, se incautaron 89 piezas de miños, un total de 4.450 metros de artes de pesca de enmalle.
Esta operación está destinada a controlar y vigilar las labores del sector pesquero, con el fin de garantizar la explotación sostenible del centollo en las rías gallegas. Sin embargo, según los expertos, este tipo de prácticas ponen en riesgo el buen desarrollo de la campaña y afectan negativamente al sector profesional.
El operativo fue liderado por Gardacostas de Galicia, con la colaboración de la Unidad de Policía Nacional Adscrita y el servicio marítimo de la Guardia Civil. Los efectivos realizaron tareas de reconocimiento y comprobación de las actividades de las embarcaciones, para asegurarse de que se estén cumpliendo las normas establecidas.
El buque fue precintado como medida cautelar ante el inicio del expediente sancionador. Esta acción busca proteger el recurso pesquero y evitar su maltrato.
Según informó la Xunta, el barco fue obligado a levantar los aparatos calados, liberando 200 kilos de capturas enmalladas que estaban siendo protegidas para evitar su maltrato. En total, se incautaron 89 piezas de miños, un total de 4.450 metros de artes de pesca de enmalle.
Esta operación está destinada a controlar y vigilar las labores del sector pesquero, con el fin de garantizar la explotación sostenible del centollo en las rías gallegas. Sin embargo, según los expertos, este tipo de prácticas ponen en riesgo el buen desarrollo de la campaña y afectan negativamente al sector profesional.
El operativo fue liderado por Gardacostas de Galicia, con la colaboración de la Unidad de Policía Nacional Adscrita y el servicio marítimo de la Guardia Civil. Los efectivos realizaron tareas de reconocimiento y comprobación de las actividades de las embarcaciones, para asegurarse de que se estén cumpliendo las normas establecidas.
El buque fue precintado como medida cautelar ante el inicio del expediente sancionador. Esta acción busca proteger el recurso pesquero y evitar su maltrato.