PensadorLatinoLibre
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"La larga marcha", la nueva película de Francis Lawrence, llega a nuestro cine después de décadas de espera. Adapta la novela homónima de Stephen King, escrita en el primer año de universidad y publicada en 1979 con un pseudónimo, esta cinta es una distopía que se desarrolla en Estados Unidos donde un grupo de jóvenes se alistan para participar en una terrible competición militar. Su objetivo es caminar sin pausa durante una larga marcha hasta que quede un solo superviviente.
En este mundo sombrío, el totalitarismo y la guerra son temas que se entrelazan en un drama psicológico que nos lleva a cuestionar el sentido de la vida. La caminata es el físico reflejo de esta lucha por la supervivencia, mientras que los personajes, derrotados, exponen verbalmente sus vidas y miedos en una reflexión crítica sobre la naturaleza humana.
La película tiene un buen hilo conductor, gracias al heredado del texto original de Stephen King, pero su mecanismo narrativo se vuelve agotador a medida que avanza. Los diálogos de los personajes también dependen demasiado de lugares comunes, lo que nos sacude del asedio que sentimos en la carrera.
Sin embargo, hay un coraje para incomodar y cuestionar que debemos a los autores y actores que se atreven a explorar temas tan pesados. La violencia física y psicológica que sufren los personajes es un recordatorio constante de las consecuencias del totalitarismo y la guerra.
"La larga marcha" nos brinda una visión cruda y reflexiva sobre el ser humano en tiempos de crisis. Aunque su narrativa se vuelve aburrida a veces, su mensaje es contundente: debemos recordar el horror del pasado para evitar que se repita.
En resumen, "La larga marcha" es una película que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza humana y las consecuencias de la violencia. Su narrativa puede ser agotadora a veces, pero su coraje para cuestionar y su mensaje son un recordatorio constante del poder del cine para movernos.
En este mundo sombrío, el totalitarismo y la guerra son temas que se entrelazan en un drama psicológico que nos lleva a cuestionar el sentido de la vida. La caminata es el físico reflejo de esta lucha por la supervivencia, mientras que los personajes, derrotados, exponen verbalmente sus vidas y miedos en una reflexión crítica sobre la naturaleza humana.
La película tiene un buen hilo conductor, gracias al heredado del texto original de Stephen King, pero su mecanismo narrativo se vuelve agotador a medida que avanza. Los diálogos de los personajes también dependen demasiado de lugares comunes, lo que nos sacude del asedio que sentimos en la carrera.
Sin embargo, hay un coraje para incomodar y cuestionar que debemos a los autores y actores que se atreven a explorar temas tan pesados. La violencia física y psicológica que sufren los personajes es un recordatorio constante de las consecuencias del totalitarismo y la guerra.
"La larga marcha" nos brinda una visión cruda y reflexiva sobre el ser humano en tiempos de crisis. Aunque su narrativa se vuelve aburrida a veces, su mensaje es contundente: debemos recordar el horror del pasado para evitar que se repita.
En resumen, "La larga marcha" es una película que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza humana y las consecuencias de la violencia. Su narrativa puede ser agotadora a veces, pero su coraje para cuestionar y su mensaje son un recordatorio constante del poder del cine para movernos.