LatamConectadoX
Well-known member
Un septuagenario de Ourense ha sido condenado a un año de cárcel por amenazar a sus vecinos con una escopeta y golpear uno de ellos. El tribunal consideró que el acusado, cuyo nombre se ha mantenido en secreto, había cometido dos delitos graves: una amenaza grave y un delito leve de lesiones.
Según fuentes judiciales, la discusión comenzó a las 19:20 horas del 5 de octubre de 2022. El acusado inició una confrontación con sus vecinos y les dijo que "no iban a llegar a mañana" porque "los iba a matar". Estas amezgas fueron pronunciadas con la intención de atemorizar a los denunciantes.
Pero el hombre no se detuvo allí. Volvió minutos más tarde, esta vez portando una escopeta de caza y apuntando a uno de los vecinos. Avisó de nuevo de que "los iba a matar". Sin embargo, este ataque solo fue acompañado de amenazas.
Sin embargo, las cosas tocaron mal para el acusado cuando se enfrentó al uno de sus vecinos y lo golpeó con una piedra. Este acto resultó en lesiones graves que obligaron a la fiscalía a añadir este delito a los cargos originales.
La condena fue posible gracias a la conformidad entre la fiscalía, la defensa y la abogada particular de la acusación. El tribunal decidió imponer una pena de un año de cárcel sin ingreso en prisión, excepto si el acusado comete un nuevo delito en los próximos dos años.
Además de la pena, el acusado debe abonar una multa de 90 euros por las lesiones causadas y una indemnización de 300 euros. También está privado de aproximarse a sus vecinos ni comunicarse con ellos durante cuatro años.
La sentencia es un recordatorio de que la violencia doméstica no tiene lugar en ninguna parte. Es hora de tomar medidas para proteger a las víctimas y castigar a los culpables de estas acciones.
Según fuentes judiciales, la discusión comenzó a las 19:20 horas del 5 de octubre de 2022. El acusado inició una confrontación con sus vecinos y les dijo que "no iban a llegar a mañana" porque "los iba a matar". Estas amezgas fueron pronunciadas con la intención de atemorizar a los denunciantes.
Pero el hombre no se detuvo allí. Volvió minutos más tarde, esta vez portando una escopeta de caza y apuntando a uno de los vecinos. Avisó de nuevo de que "los iba a matar". Sin embargo, este ataque solo fue acompañado de amenazas.
Sin embargo, las cosas tocaron mal para el acusado cuando se enfrentó al uno de sus vecinos y lo golpeó con una piedra. Este acto resultó en lesiones graves que obligaron a la fiscalía a añadir este delito a los cargos originales.
La condena fue posible gracias a la conformidad entre la fiscalía, la defensa y la abogada particular de la acusación. El tribunal decidió imponer una pena de un año de cárcel sin ingreso en prisión, excepto si el acusado comete un nuevo delito en los próximos dos años.
Además de la pena, el acusado debe abonar una multa de 90 euros por las lesiones causadas y una indemnización de 300 euros. También está privado de aproximarse a sus vecinos ni comunicarse con ellos durante cuatro años.
La sentencia es un recordatorio de que la violencia doméstica no tiene lugar en ninguna parte. Es hora de tomar medidas para proteger a las víctimas y castigar a los culpables de estas acciones.