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La frontera marroquí con Ceuta: una escalada peligrosa y humana.
Muchos de los inmigrantes marroquíes que intentan cruzar clandestinamente a Ceuta lo hacen con una mochila llena de ropa, un tubo y gafas para disfrazarse como buceadores. Su objetivo es pasar inadvertidos por la Guardia Civil y llegar al otro lado sin ser detectados. Sin embargo, muchos de ellos se enfrentan a dificultades debido al macuto que llevan consigo, que puede convertirse en la peor de las trampas.
Dentro de su mochila, llevan lo básico: ropa de cambio, objetos personales, documentación y un teléfono. Pero cuando inician la ruta como buceadores, sacando solo el mínimo para respirar a la superficie, se enfrentan a cuantiosas trabas que convierten en "peso muerto" su mochila.
El Servicio Marítimo de la Guardia Civil cumplió con una actuación rutinaria este miércoles: rescatar a los llamados nadadores. En el Recinto interceptaron a varios inmigrantes al mar, subiéndolos a la patrullera y entregándoles a Marruecos a través del paso fronterizo del Tarajal.
La presión de estos nadadores es constante y cada vez mayor. La Guardia Civil se ha convertido en una especie de "escuadrón de rescate" que debe lidiar con la temeridad de estas incursiones, ya que muchos de los inmigrantes permanecen buceando durante largos períodos de tiempo con tubo y gafas. Es un problema conocido por la Dirección General de la Guardia Civil.
Hace unos días, un general perteneciente al mando de fronteras y policía marítima visitó Ceuta para recorrer el perímetro y conocer actuaciones de rescate de nadadores. Sin embargo, parece que la presión constante no ha llevado a un cambio significativo en la situación en la frontera sur.
Muchos de los inmigrantes marroquíes que intentan cruzar clandestinamente a Ceuta lo hacen con una mochila llena de ropa, un tubo y gafas para disfrazarse como buceadores. Su objetivo es pasar inadvertidos por la Guardia Civil y llegar al otro lado sin ser detectados. Sin embargo, muchos de ellos se enfrentan a dificultades debido al macuto que llevan consigo, que puede convertirse en la peor de las trampas.
Dentro de su mochila, llevan lo básico: ropa de cambio, objetos personales, documentación y un teléfono. Pero cuando inician la ruta como buceadores, sacando solo el mínimo para respirar a la superficie, se enfrentan a cuantiosas trabas que convierten en "peso muerto" su mochila.
El Servicio Marítimo de la Guardia Civil cumplió con una actuación rutinaria este miércoles: rescatar a los llamados nadadores. En el Recinto interceptaron a varios inmigrantes al mar, subiéndolos a la patrullera y entregándoles a Marruecos a través del paso fronterizo del Tarajal.
La presión de estos nadadores es constante y cada vez mayor. La Guardia Civil se ha convertido en una especie de "escuadrón de rescate" que debe lidiar con la temeridad de estas incursiones, ya que muchos de los inmigrantes permanecen buceando durante largos períodos de tiempo con tubo y gafas. Es un problema conocido por la Dirección General de la Guardia Civil.
Hace unos días, un general perteneciente al mando de fronteras y policía marítima visitó Ceuta para recorrer el perímetro y conocer actuaciones de rescate de nadadores. Sin embargo, parece que la presión constante no ha llevado a un cambio significativo en la situación en la frontera sur.