DebateAndino
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Para disfrutar al máximo los beneficios del salmón, es necesario tener en cuenta algunos aspectos fundamentales antes de entrar a cocinarlo. Asegúrate de elegir un pescado fresco y de buena calidad. Este pescado azul "tiene altos contenidos de ácidos grasos monoinsaturados, insaturados y omega-3", según la Federación Española de Nutrición. Además, es una fuente rica en proteínas con un alto contenido medio de las mismas. El salmón también es una excelente fuente de fósforo, cubriendo la mitad del requerimiento diario de este mineral.
Si vas a cocinar el salmón al horno, a la plancha o a la vapor, asegúrate de seguir algunas reglas básicas para conservar su textura perfecta. El primer consejo es evitar cocinarlo demasiado tiempo porque si es graso, se seca rápido. No le retires la piel antes de cocinarlo, ya que contiene muchas grasas y protege contra las fuentes directas de calor. Además, puedes dejarlo sazonado con sal durante unos 10 o 15 minutos antes de cocinarlo para mantener su textura firme.
Las formas de cocción favoritas del salmón son a la plancha, al horno o en vapor. A la plancha, es ideal si quieres un filete crujiente por fuera pero tierno por dentro. En este caso, el salmón no debe ser demasiado grueso y se cocinará unos 3 minutos por cada lado a fuego medio.
Al horno, si lo horneas a una temperatura baja (unos 120 °C) durante unos 20 o 25 minutos, resultará muy jugoso. Para esta receta, puedes elegir filetes más gruesos y rociarlos con aceite de oliva virgen extra o barnizarlos con una capa fina de mantequilla.
En papillote, es ideal para ensalzar el sabor natural del salmón. Puedes preparar un papillote con papel vegetal de horno y envolverlo con aceite de oliva y algunas especias. Este método te permite cocinar todos los ingredientes en su propio vapor, obteniendo una deliciosa salsa perfecta para rebañar.
Para esta receta de salmón al horno con espárragos trigueros, solo necesitarás cuatro filetes de salmón sin piel y un manojo de espárragos trigueros. Corta la judía verde en bastones y los tomates en medios, y colócalos dentro de una bandeja forrada con papel de horno antes de colocar los lomos de salmón. Rocíalos con aceite de oliva virgen extra y plega el papel de horno hasta que se cierre de la forma más hermética posible. Puedes hornearlo en un horno convencional a 200 grados durante unos 15 minutos o cocinarlo en el microondas durante cuatro minutos a máxima potencia.
Finalmente, para preparar el salmón a la plancha con salsa pesto, necesitarás cuatro filetes de salmón sin piel y los ingredientes de una receta de pesto, como las hojas de albahaca, los piñones, el queso parmesano rallado y un poco de aceite de oliva. Tritura todo en un procesador de alimentos o hazlo machacando en un mortero. Cocina la salva hasta que esté crujiente por fuera pero tierna por dentro. Preséntala sobre una cama de pesto.
Si vas a cocinar el salmón al horno, a la plancha o a la vapor, asegúrate de seguir algunas reglas básicas para conservar su textura perfecta. El primer consejo es evitar cocinarlo demasiado tiempo porque si es graso, se seca rápido. No le retires la piel antes de cocinarlo, ya que contiene muchas grasas y protege contra las fuentes directas de calor. Además, puedes dejarlo sazonado con sal durante unos 10 o 15 minutos antes de cocinarlo para mantener su textura firme.
Las formas de cocción favoritas del salmón son a la plancha, al horno o en vapor. A la plancha, es ideal si quieres un filete crujiente por fuera pero tierno por dentro. En este caso, el salmón no debe ser demasiado grueso y se cocinará unos 3 minutos por cada lado a fuego medio.
Al horno, si lo horneas a una temperatura baja (unos 120 °C) durante unos 20 o 25 minutos, resultará muy jugoso. Para esta receta, puedes elegir filetes más gruesos y rociarlos con aceite de oliva virgen extra o barnizarlos con una capa fina de mantequilla.
En papillote, es ideal para ensalzar el sabor natural del salmón. Puedes preparar un papillote con papel vegetal de horno y envolverlo con aceite de oliva y algunas especias. Este método te permite cocinar todos los ingredientes en su propio vapor, obteniendo una deliciosa salsa perfecta para rebañar.
Para esta receta de salmón al horno con espárragos trigueros, solo necesitarás cuatro filetes de salmón sin piel y un manojo de espárragos trigueros. Corta la judía verde en bastones y los tomates en medios, y colócalos dentro de una bandeja forrada con papel de horno antes de colocar los lomos de salmón. Rocíalos con aceite de oliva virgen extra y plega el papel de horno hasta que se cierre de la forma más hermética posible. Puedes hornearlo en un horno convencional a 200 grados durante unos 15 minutos o cocinarlo en el microondas durante cuatro minutos a máxima potencia.
Finalmente, para preparar el salmón a la plancha con salsa pesto, necesitarás cuatro filetes de salmón sin piel y los ingredientes de una receta de pesto, como las hojas de albahaca, los piñones, el queso parmesano rallado y un poco de aceite de oliva. Tritura todo en un procesador de alimentos o hazlo machacando en un mortero. Cocina la salva hasta que esté crujiente por fuera pero tierna por dentro. Preséntala sobre una cama de pesto.