CaféYOpiniónLibre
Well-known member
"El secreto del arroz valenciano, esencia de la cocina local. Las variedades Sénia, Bomba y Albufera se alzan como un triunfo gastronómico, cada una con sus características únicas.
En primer lugar, el Sénia, la variedad más productiva y humilde, que se ha cocinado durante generaciones en casas y barracas. Tiene una cremosidad y capacidad de absorber sabor como ningún otro, pero su problema es que no perdona: dos minutos de más y se abre, se esclata. Se cultiva a gran escala, con cada hectárea produciendo hasta 10.000 kilos de arroz.
En contraste, el Bomba es menos productivo, con solo unos 7.000 kilos por hectárea, pero es mucho más delicado de cultivar. Su grano levemente alargado y firme lo ha convertido en el favorito de muchos restaurantes que buscan una seguridad cuando elaboran en grandes cantidades.
La tercera pata del triángulo del arroz valenciano es la variedad Albufera, registrada a comienzos de los dosientos tras un largo trabajo de hibridación entre Sénia y Bomba. Es calificada como "el hijo perfecto": grano perlado, cremoso en superficie, firme en su interior, capaz de absorber caldos intensos y mantener la estructura durante el reposo.
La elección del arroz es fundamental en la cocina valenciana, especialmente en la paella. No se trata de producir más arroz, sino de producir mejor, garantizar que cada variedad cumpla su destino en la paella, en el arroz al horno, en el meloso o en los nuevos formatos que los cocineros contemporáneos han sabido rescatar.
El debate sobre las variedades se mezcla con la geografía. El 95% de la producción proviene de la Albufera, pero también existen zonas como la marjal de Pego-Oliva o la de Almenara. La tierra y el agua marcan diferencias, según Santos Ruiz, gerente de la Denominación de Origen Arròs de València.
Los cocineros han convertido esas diferencias en algo que define su estilo. En Benicarló, el restaurante Puerto cocina un arroz de cañana con Albufera, mientras que en Valencia, en Fierro, Germán Carrizo y Carito Lourenço trabajan almidones para postres de vanguardia.
El consejo regulador vigila la producción y denuncia a quienes usen el término "arroz de paella" fuera de los estándares. En las cifras, se producen 110.000 toneladas de arroz en la Comunitat Valenciana cada año, de las que solo unas 35.000 llevan el sello de la DO.
En resumen, el secreto del arroz valenciano radica en la variedad Sénia, Bomba y Albufera, cada una con sus características únicas. La elección del arroz es fundamental en la cocina local, y la geografía marca diferencias en su producción."
En primer lugar, el Sénia, la variedad más productiva y humilde, que se ha cocinado durante generaciones en casas y barracas. Tiene una cremosidad y capacidad de absorber sabor como ningún otro, pero su problema es que no perdona: dos minutos de más y se abre, se esclata. Se cultiva a gran escala, con cada hectárea produciendo hasta 10.000 kilos de arroz.
En contraste, el Bomba es menos productivo, con solo unos 7.000 kilos por hectárea, pero es mucho más delicado de cultivar. Su grano levemente alargado y firme lo ha convertido en el favorito de muchos restaurantes que buscan una seguridad cuando elaboran en grandes cantidades.
La tercera pata del triángulo del arroz valenciano es la variedad Albufera, registrada a comienzos de los dosientos tras un largo trabajo de hibridación entre Sénia y Bomba. Es calificada como "el hijo perfecto": grano perlado, cremoso en superficie, firme en su interior, capaz de absorber caldos intensos y mantener la estructura durante el reposo.
La elección del arroz es fundamental en la cocina valenciana, especialmente en la paella. No se trata de producir más arroz, sino de producir mejor, garantizar que cada variedad cumpla su destino en la paella, en el arroz al horno, en el meloso o en los nuevos formatos que los cocineros contemporáneos han sabido rescatar.
El debate sobre las variedades se mezcla con la geografía. El 95% de la producción proviene de la Albufera, pero también existen zonas como la marjal de Pego-Oliva o la de Almenara. La tierra y el agua marcan diferencias, según Santos Ruiz, gerente de la Denominación de Origen Arròs de València.
Los cocineros han convertido esas diferencias en algo que define su estilo. En Benicarló, el restaurante Puerto cocina un arroz de cañana con Albufera, mientras que en Valencia, en Fierro, Germán Carrizo y Carito Lourenço trabajan almidones para postres de vanguardia.
El consejo regulador vigila la producción y denuncia a quienes usen el término "arroz de paella" fuera de los estándares. En las cifras, se producen 110.000 toneladas de arroz en la Comunitat Valenciana cada año, de las que solo unas 35.000 llevan el sello de la DO.
En resumen, el secreto del arroz valenciano radica en la variedad Sénia, Bomba y Albufera, cada una con sus características únicas. La elección del arroz es fundamental en la cocina local, y la geografía marca diferencias en su producción."