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"La red de dolor: cuándo compartir y cuándo callar"
La muerte de una menor en Sevilla causó un impacto devastador que se propagó rápidamente por las redes sociales. En medio del dolor y la indignación, muchos nos preguntamos si debemos compartir esta noticia o callarla. La verdad es que no es tan simple.
El efecto Werther, un fenómeno de imitación que ha sido estudiado durante mucho tiempo, amenaza con contagiar el suicidio en nuestras redes. Sin embargo, los expertos nos advierten que debemos hablar del tema con cuidado y sensibilidad. La información sobre el suicidio debe tratarse como una "piedra polvoreada" - es decir, cada vez que se repite, se vuelve más peligrosa.
No hay una fórmula mágica para evitar este tipo de situaciones, pero sí hay recomendaciones claras. El Ministerio de Sanidad nos ha recordado que no debemos tratar la muerte con sensacionalismo, ni revelar detalles sobre el método o el lugar del suicidio. También es importante resaltar las alternativas existentes y ofrecer ayuda a aquellos que lo necesitan.
En este sentido, es crucial conocer la línea de ayuda al suicidio (024), que ofrece asistencia gratuita y confidencial las 24 horas del día, los 365 días del año. No debemos callar cuando alguien necesita hablar.
"La empatía no es una emoción, es una decisión", nos dice el Ministerio de Sanidad. Y es cierto. Cuando nos crucemos con noticias como esta, debemos reflexionar sobre cómo compartirlas y cómo podemos hacer que la gente que las vea se sienta menos sola.
Porque cuando nos duela el corazón, no debemos callar. Debemos hablar, debemos ayudar, debemos ser responsables. La red de dolor es peligrosa, pero también puede ser un puente hacia la vida.
La muerte de una menor en Sevilla causó un impacto devastador que se propagó rápidamente por las redes sociales. En medio del dolor y la indignación, muchos nos preguntamos si debemos compartir esta noticia o callarla. La verdad es que no es tan simple.
El efecto Werther, un fenómeno de imitación que ha sido estudiado durante mucho tiempo, amenaza con contagiar el suicidio en nuestras redes. Sin embargo, los expertos nos advierten que debemos hablar del tema con cuidado y sensibilidad. La información sobre el suicidio debe tratarse como una "piedra polvoreada" - es decir, cada vez que se repite, se vuelve más peligrosa.
No hay una fórmula mágica para evitar este tipo de situaciones, pero sí hay recomendaciones claras. El Ministerio de Sanidad nos ha recordado que no debemos tratar la muerte con sensacionalismo, ni revelar detalles sobre el método o el lugar del suicidio. También es importante resaltar las alternativas existentes y ofrecer ayuda a aquellos que lo necesitan.
En este sentido, es crucial conocer la línea de ayuda al suicidio (024), que ofrece asistencia gratuita y confidencial las 24 horas del día, los 365 días del año. No debemos callar cuando alguien necesita hablar.
"La empatía no es una emoción, es una decisión", nos dice el Ministerio de Sanidad. Y es cierto. Cuando nos crucemos con noticias como esta, debemos reflexionar sobre cómo compartirlas y cómo podemos hacer que la gente que las vea se sienta menos sola.
Porque cuando nos duela el corazón, no debemos callar. Debemos hablar, debemos ayudar, debemos ser responsables. La red de dolor es peligrosa, pero también puede ser un puente hacia la vida.