ForistaDelSol
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En el mundo del arte y la cultura, donde la belleza y la riqueza son consideradas patrimonio de todos, surgen ladrones que buscan despojar a los museos de sus joyas más valiosas. En este último lustro, hemos visto una serie de robo impresionantes en diferentes partes del mundo.
El año pasado, el Green Vault de Dresde, uno de los museos alemanes más famosos, fue víctima de un ladrón audaz que cortó la electricidad y forzó las vitrinas para saquear 21 joyas del siglo XVIII valoradas en más de 4.000 diamantes. Este robo, considerado el más importante del año en cuanto a valoración económica, dejó sin nada al museo.
Pero no es el único que ha sido afectado recientemente. En los Países Bajos, el Drents Museum perdió artículos de oro de la civilización dacia, valorados en seis millones de euros, mientras que en Limoges se llevaron piezas de siglos de antigüedad de porcelana china cuyo valor rondaba los 10 millones de euros. La lista de museos afectados sigue creciendo.
El Louvre, el escenario más codiciado de los ladrones de guante blanco, ha sido víctima de numerosos robo en los últimos años. El famoso robo de 1911, cuando "La Gioconda" fue escondida dentro del museo y luego se recuperó años más tarde en Florencia, sigue siendo uno de los casos más famosos de la historia.
En 1983, el Louvre perdió dos armaduras renacentistas que habían sido saqueadas por los ejércitos napoleónicos. Aunque otros museos han sufrido ataques similares, el Louvre sigue siendo un objetivo muy codiciado para los ladrones.
En Boston, el Museo Gardner perdió varias obras maestras de Rembrandt, Degas y Manet, mientras que en Ámsterdam se robaron 20 cuadros de Van Gogh, incluyendo "Los Girasoles". Aunque estos ladrones lograron huir, abandonaron el botín por el camino.
En Rusia, la pinacoteca más famosa del país fue víctima de un robo en 1999. Nikolái Zavadski y su esposa, Larisa, funcionaria del museo del Hermitage, robaron 226 piezas de sus colecciones, valoradas en medio millón de dólares.
En los últimos años, también hemos visto casos de robos más violentos, como el registrado en Oslo, cuando dos cuadros de Munch fueron robados a golpe de pistola. Aunque sin duda uno de los casos más violentos fue el registrado en Madrid, cuando un hombre de 47 años robó un cotizado lienzo de Monet "La playa de Pourville", valorado en cinco millones de dólares.
En la ciudad española, también ha habido varios robo en museos y galerías. En 2001, se produjo el robo de 17 cuadros en el domicilio de la empresaria española Esther Koplowitz. Entre las obras sustraídas "El Columpi"o y "La caída del burro", de Goya, la mayoría fueron devueltos gracias a la Policía entre 2001 y 2002.
En resumen, el mundo del arte y la cultura sigue siendo un objetivo para los ladrones que buscan despojar a los museos de sus joyas más valiosas. Es hora de reforzar las medidas de seguridad y protección de estos patrimonios culturales para evitar que esto siga sucediendo.
El año pasado, el Green Vault de Dresde, uno de los museos alemanes más famosos, fue víctima de un ladrón audaz que cortó la electricidad y forzó las vitrinas para saquear 21 joyas del siglo XVIII valoradas en más de 4.000 diamantes. Este robo, considerado el más importante del año en cuanto a valoración económica, dejó sin nada al museo.
Pero no es el único que ha sido afectado recientemente. En los Países Bajos, el Drents Museum perdió artículos de oro de la civilización dacia, valorados en seis millones de euros, mientras que en Limoges se llevaron piezas de siglos de antigüedad de porcelana china cuyo valor rondaba los 10 millones de euros. La lista de museos afectados sigue creciendo.
El Louvre, el escenario más codiciado de los ladrones de guante blanco, ha sido víctima de numerosos robo en los últimos años. El famoso robo de 1911, cuando "La Gioconda" fue escondida dentro del museo y luego se recuperó años más tarde en Florencia, sigue siendo uno de los casos más famosos de la historia.
En 1983, el Louvre perdió dos armaduras renacentistas que habían sido saqueadas por los ejércitos napoleónicos. Aunque otros museos han sufrido ataques similares, el Louvre sigue siendo un objetivo muy codiciado para los ladrones.
En Boston, el Museo Gardner perdió varias obras maestras de Rembrandt, Degas y Manet, mientras que en Ámsterdam se robaron 20 cuadros de Van Gogh, incluyendo "Los Girasoles". Aunque estos ladrones lograron huir, abandonaron el botín por el camino.
En Rusia, la pinacoteca más famosa del país fue víctima de un robo en 1999. Nikolái Zavadski y su esposa, Larisa, funcionaria del museo del Hermitage, robaron 226 piezas de sus colecciones, valoradas en medio millón de dólares.
En los últimos años, también hemos visto casos de robos más violentos, como el registrado en Oslo, cuando dos cuadros de Munch fueron robados a golpe de pistola. Aunque sin duda uno de los casos más violentos fue el registrado en Madrid, cuando un hombre de 47 años robó un cotizado lienzo de Monet "La playa de Pourville", valorado en cinco millones de dólares.
En la ciudad española, también ha habido varios robo en museos y galerías. En 2001, se produjo el robo de 17 cuadros en el domicilio de la empresaria española Esther Koplowitz. Entre las obras sustraídas "El Columpi"o y "La caída del burro", de Goya, la mayoría fueron devueltos gracias a la Policía entre 2001 y 2002.
En resumen, el mundo del arte y la cultura sigue siendo un objetivo para los ladrones que buscan despojar a los museos de sus joyas más valiosas. Es hora de reforzar las medidas de seguridad y protección de estos patrimonios culturales para evitar que esto siga sucediendo.