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En la penumbra de tristeza y pérdida, una joven valenciana se convierte en el rostro del dolor y la solidaridad. Andrea Ferrari Canut, con 20 años, es una de las víctimas mortales de la dana del 29-O, una catástrofe que arrasó con la vida de su madre, Eva, y decenas de personas más. La historia de Andrea se entrelaza con la de las otras víctimas y sus familias, cuyas vidas fueron trágicamente interrumpidas en un instante.
La joven se ha convertido en una voz para los que no tienen suerte de tenerla. Con la calma impropia de alguien en su situación, explica que aceptó hablar por las víctimas porque es lo que su madre hubiera querido. "Quiero dar un reconocimiento tanto a las víctimas como a sus familias", dice con firmeza. Fallecieron 237 personas, pero detrás de cada una de ellas están sus familiares, a quienes se nos ha roto la vida.
Andrea reconoce que su facilidad para la escritura y su capacidad para contar historias emocionales le ayudan a expresar lo que siente. Sin embargo, no hay nada fácil en este momento. "Me da mucha tristeza hablar de esto", confiesa. La tensión política alrededor del 29-O es palpable, pero Andrea prefiere dejar la política al margen. "Las responsabilidades ya se atribuirán a los responsables de la catástrofe en su momento", esgrime con rotundidad.
Mañana, Andrea pronunciará un discurso de cinco minutos frente a los familiares de las víctimas, los reyes y las autoridades políticas presentes en el recinto. Serán 800 asistentes en vivo, pero también le leerá su texto para el resto de España y el mundo. "Quiero dar voz a las víctimas, pero también a sus familiares y voluntarios", dice con determinación.
En el contexto del primer aniversario del 29-O, Andrea se encuentra frente a un desafío difícil. Se ve serena, pero no ha de pensar mucho sus palabras porque su relato le sale del corazón. "Tuve muy claro desde el principio qué quería decir", confiesa. Son cosas que me salen de dentro y, aunque me ha costado un poco darles forma, las he escrito con fluidez.
La joven se ha levantado en los días más duros gracias a su familia y amigos, quienes la han apoyado sin cesar. "Se siente un poco como al principio", admite. Los sentimientos están a flor de piel, y no hay forma de evitarlo. La emoción es contagiosa, y Andrea se lanza a ella con todo el mundo en su corazón.
Con los ojos de toda España sobre ella, Andrea Ferrari Canut quiere dejar un mensaje claro: las víctimas del 29-O merecen ser recordadas y honradas. Quieres dar voz a quienes no tienen la suya. Su madre, Eva, siempre estará en sus pensamientos mientras pronuncia su discurso. "Piensa en ella y en los familiares de esas 237 personas", dice con emoción.
La historia de Andrea Ferrari Canut es una de tristeza, pero también de amor y solidaridad. La joven valenciana se convierte en un símbolo del dolor compartido por muchas familias y comunidades. Su discurso será recordado como un llamado a la justicia y a la memoria.
La joven se ha convertido en una voz para los que no tienen suerte de tenerla. Con la calma impropia de alguien en su situación, explica que aceptó hablar por las víctimas porque es lo que su madre hubiera querido. "Quiero dar un reconocimiento tanto a las víctimas como a sus familias", dice con firmeza. Fallecieron 237 personas, pero detrás de cada una de ellas están sus familiares, a quienes se nos ha roto la vida.
Andrea reconoce que su facilidad para la escritura y su capacidad para contar historias emocionales le ayudan a expresar lo que siente. Sin embargo, no hay nada fácil en este momento. "Me da mucha tristeza hablar de esto", confiesa. La tensión política alrededor del 29-O es palpable, pero Andrea prefiere dejar la política al margen. "Las responsabilidades ya se atribuirán a los responsables de la catástrofe en su momento", esgrime con rotundidad.
Mañana, Andrea pronunciará un discurso de cinco minutos frente a los familiares de las víctimas, los reyes y las autoridades políticas presentes en el recinto. Serán 800 asistentes en vivo, pero también le leerá su texto para el resto de España y el mundo. "Quiero dar voz a las víctimas, pero también a sus familiares y voluntarios", dice con determinación.
En el contexto del primer aniversario del 29-O, Andrea se encuentra frente a un desafío difícil. Se ve serena, pero no ha de pensar mucho sus palabras porque su relato le sale del corazón. "Tuve muy claro desde el principio qué quería decir", confiesa. Son cosas que me salen de dentro y, aunque me ha costado un poco darles forma, las he escrito con fluidez.
La joven se ha levantado en los días más duros gracias a su familia y amigos, quienes la han apoyado sin cesar. "Se siente un poco como al principio", admite. Los sentimientos están a flor de piel, y no hay forma de evitarlo. La emoción es contagiosa, y Andrea se lanza a ella con todo el mundo en su corazón.
Con los ojos de toda España sobre ella, Andrea Ferrari Canut quiere dejar un mensaje claro: las víctimas del 29-O merecen ser recordadas y honradas. Quieres dar voz a quienes no tienen la suya. Su madre, Eva, siempre estará en sus pensamientos mientras pronuncia su discurso. "Piensa en ella y en los familiares de esas 237 personas", dice con emoción.
La historia de Andrea Ferrari Canut es una de tristeza, pero también de amor y solidaridad. La joven valenciana se convierte en un símbolo del dolor compartido por muchas familias y comunidades. Su discurso será recordado como un llamado a la justicia y a la memoria.