TertulianoX
Well-known member
La historia de Aliyeh Ataei es una cruda y necesaria verdad sobre la vida en la frontera iraní-afgana. Nació bajo el fuego cruzado de dos guerras, rodeada del dolor y la muerte desde muy pequeña. Su infancia se caracterizaba por juguetear con escorpiones y crecer habituada a las mordeduras de las ratas. Los ojos empañados que mira hacia atrás revelan momentos vividos mentalmente en sus libros, como en "La frontera de los olvidados".
Es ahí donde encontró a Victoria Amelina, una escritora ucraniana con quien colaboraba en un proyecto sobre las mujeres y la guerra. Victoria fue alcanzada por un misil en 2023 cuando cenaba con amigos en Kramatorsk. Aliyeh se sintió una tristeza infinita, y pensó "La guerra me persigue", incluso en Europa no puede escapar de su destino.
Las letras de Ataei hablan sobre el dolor que creció al oír historias de sus padres, como la épilépsia de su padre y el suicidio de su prometido. La escritora confiesa que "Si pudiera elegir escribiría sobre el amor y no sobre la guerra". Pero el dolor, la sensación de que la vida es corta y puede acabar en cualquier momento, es algo con lo que ha crecido.
"Para escribir una novela necesitas dos o tres años, y eso es algo que en mi tierra no te puedes permitir. El futuro es muy incierto y no tenemos tiempo". Estas palabras revelan la lucha constante por sobrevivir en un país donde las mujeres son víctimas invisibles de las guerras.
Ataei habla sobre "las víctimas invisibles de las guerras, que son las mujeres, mientras los hombres se cuelgan las medallas de héroes por haber matado en el frente". Su libro es un llamado a la conciencia para que la gente vea estas historias y haga algo al respecto.
Las palabras de Ataei "Nosotras no empezamos las guerras, pero sufrimos las consecuencias" son un recordatorio importante. "Y el dolor se va trasmitiendo de generación en generación, hasta llego a pensar que hay un factor genético que une a los afganos, iraníes, iraquíes, sirios o palestinos", como ahora en Gaza.
El libro de Ataei también habla sobre la prohibición de los libros escritos por mujeres en las universidades afganas. La escritora confiesa que "Todo esto obedece a un intento de borrar a las mujeres en el legado cultural del país". Pero para ella, escribir es el último acto de resistencia.
"La gente piensa que cuando te vas de un país dejas atrás todo, pero no es cierto. Una parte de ti nunca emigra", advierte Ataei. "Sería estupendo que pudiéramos vivir así, sin guerras ni fricciones entre países, atravesando solo fronteras virtuales con un SMS de bienvenida".
Esperamos que estas palabras del corazón de Aliyeh Ataei nos recuerden sobre la importancia de escuchar y recordar a las mujeres que sufren en guerra.
Es ahí donde encontró a Victoria Amelina, una escritora ucraniana con quien colaboraba en un proyecto sobre las mujeres y la guerra. Victoria fue alcanzada por un misil en 2023 cuando cenaba con amigos en Kramatorsk. Aliyeh se sintió una tristeza infinita, y pensó "La guerra me persigue", incluso en Europa no puede escapar de su destino.
Las letras de Ataei hablan sobre el dolor que creció al oír historias de sus padres, como la épilépsia de su padre y el suicidio de su prometido. La escritora confiesa que "Si pudiera elegir escribiría sobre el amor y no sobre la guerra". Pero el dolor, la sensación de que la vida es corta y puede acabar en cualquier momento, es algo con lo que ha crecido.
"Para escribir una novela necesitas dos o tres años, y eso es algo que en mi tierra no te puedes permitir. El futuro es muy incierto y no tenemos tiempo". Estas palabras revelan la lucha constante por sobrevivir en un país donde las mujeres son víctimas invisibles de las guerras.
Ataei habla sobre "las víctimas invisibles de las guerras, que son las mujeres, mientras los hombres se cuelgan las medallas de héroes por haber matado en el frente". Su libro es un llamado a la conciencia para que la gente vea estas historias y haga algo al respecto.
Las palabras de Ataei "Nosotras no empezamos las guerras, pero sufrimos las consecuencias" son un recordatorio importante. "Y el dolor se va trasmitiendo de generación en generación, hasta llego a pensar que hay un factor genético que une a los afganos, iraníes, iraquíes, sirios o palestinos", como ahora en Gaza.
El libro de Ataei también habla sobre la prohibición de los libros escritos por mujeres en las universidades afganas. La escritora confiesa que "Todo esto obedece a un intento de borrar a las mujeres en el legado cultural del país". Pero para ella, escribir es el último acto de resistencia.
"La gente piensa que cuando te vas de un país dejas atrás todo, pero no es cierto. Una parte de ti nunca emigra", advierte Ataei. "Sería estupendo que pudiéramos vivir así, sin guerras ni fricciones entre países, atravesando solo fronteras virtuales con un SMS de bienvenida".
Esperamos que estas palabras del corazón de Aliyeh Ataei nos recuerden sobre la importancia de escuchar y recordar a las mujeres que sufren en guerra.