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En Islamabad, capital de Pakistán, una espantosa explosión mató a al menos 12 personas y dejó a otros 27 heridos en un atentado suicida que se produjo frente a un juzgado del distrito en la hora punta. El atacante, vinculado a una facción de los talibanes paquistaníes, intentó entrar en el recinto judicial pero finalmente decidió inmolarse junto con su furgoneta policial.
El ministro del Interior, Mohsin Naqvi, ha confirmado que todas las simpatías de la nación están con las familias de las víctimas y que el Gobierno ordenará una investigación exhaustiva para determinar los responsables del atentado. El primer ministro, Shehbaz Sharif, ha condenado los ataques terroristas contra ciudadanos desarmados y ha asegurado que se tomarán medidas legales contra los responsables.
En un giro inesperado, la rama principal de los talibanes paquistaníes ha negado cualquier implicación en el atentado, aunque una facción minoritaria, Jamaat-ul-Ahrar, ha atribuido la responsabilidad del ataque. Esta organización se considera disidente de la facción principal del TTP y opera desde la zona de Lalpura en la provincia afgana de Nangarhar.
La situación de seguridad en Pakistán ha empeorado en los últimos años, especialmente después de que los talibanes regresaran al poder en Kabul en agosto de 2021. Islamabad acusa a los fundamentalistas de albergar a insurgentes del TTP en su territorio desde el que supuestamente orquestan ataques en Pakistán.
El país ha experimentado un aumento significativo en los ataques terroristas, especialmente en las fronteras con Afganistán. El martes, los talibanes afganos han condenado el atentado suicida en Islamabad, mientras que ambos países continúan buscando soluciones para reducir la tensión fronteriza y mejorar la cooperación en la lucha contra el terrorismo.
El ministro del Interior, Mohsin Naqvi, ha confirmado que todas las simpatías de la nación están con las familias de las víctimas y que el Gobierno ordenará una investigación exhaustiva para determinar los responsables del atentado. El primer ministro, Shehbaz Sharif, ha condenado los ataques terroristas contra ciudadanos desarmados y ha asegurado que se tomarán medidas legales contra los responsables.
En un giro inesperado, la rama principal de los talibanes paquistaníes ha negado cualquier implicación en el atentado, aunque una facción minoritaria, Jamaat-ul-Ahrar, ha atribuido la responsabilidad del ataque. Esta organización se considera disidente de la facción principal del TTP y opera desde la zona de Lalpura en la provincia afgana de Nangarhar.
La situación de seguridad en Pakistán ha empeorado en los últimos años, especialmente después de que los talibanes regresaran al poder en Kabul en agosto de 2021. Islamabad acusa a los fundamentalistas de albergar a insurgentes del TTP en su territorio desde el que supuestamente orquestan ataques en Pakistán.
El país ha experimentado un aumento significativo en los ataques terroristas, especialmente en las fronteras con Afganistán. El martes, los talibanes afganos han condenado el atentado suicida en Islamabad, mientras que ambos países continúan buscando soluciones para reducir la tensión fronteriza y mejorar la cooperación en la lucha contra el terrorismo.