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El matrimonio entre Carla Bruni y Nicolas Sarkozy, que durante décadas ha sido objeto de titulares, ahora enfrenta una nueva crisis: la cárcel. El expresidente francés, acusado de recibir dinero del régimen libio de Muamar el Gadafi para financiar su campaña presidencial, ha ingresado en la prisión de Santé de París, donde cumplirá condena.
La relación entre Sarkozy y Bruni ya había pasado por épocas complicadas. Desde su boda en 2008, que fue objeto de críticas y acusaciones, hasta sus infidelfidades y rumores, la pareja ha enfrentado muchos desafíos. Sin embargo, la situación actual es la más grave: Sarkozy se encuentra condenado a cinco años de prisión.
Bruni ha sido muy activa en apoyar a su marido en estos últimos días. Hasta ahora, había publicado un vídeo con fotos y recuerdos familiares en el que se escuchaba una canción de la propia artista, Les séparés, que hacía referencia clara a la separación de dos amantes. También había compartido una imagen de su hija Giulia, que cumplió 14 años el pasado 19 de octubre, y un texto en el que felicitaba al día del cumpleaños de su hijo.
La situación es complicada para la pareja, ya que Sarkozy ha sido acusado de ser inocente. El exmandatario aseguró en un mensaje publicado en Instagram que seguirá denunciando "este escándalo judicial, este calvario" que sufre desde hace más de 10 años.
Pero la relación entre Sarkozy y Bruni ya había pasado por momentos difíciles. En sus crónicas de boda se hablaba de cómo su romance había incomodado a algunos franceses y habría causado irritación en el público. La pareja también enfrentó problemas con sus hijos, que Sarkozy tenía de sus anteriores matrimonios.
En 2018, el periodista Marc Dolisi explicó en sus memorias que fue complicado para Bruni pasar de ser una modelo querida a la pareja de un político no tan querido. "De la noche a la mañana tuvo que aprender cómo es estar con alguien que muchos odian", dijo Dolisi.
En general, la situación de Sarkozy y su relación con Bruni ha sido complicada desde el principio. Pero ahora, la cárcel les presenta una nueva y difícil desafío.
La relación entre Sarkozy y Bruni ya había pasado por épocas complicadas. Desde su boda en 2008, que fue objeto de críticas y acusaciones, hasta sus infidelfidades y rumores, la pareja ha enfrentado muchos desafíos. Sin embargo, la situación actual es la más grave: Sarkozy se encuentra condenado a cinco años de prisión.
Bruni ha sido muy activa en apoyar a su marido en estos últimos días. Hasta ahora, había publicado un vídeo con fotos y recuerdos familiares en el que se escuchaba una canción de la propia artista, Les séparés, que hacía referencia clara a la separación de dos amantes. También había compartido una imagen de su hija Giulia, que cumplió 14 años el pasado 19 de octubre, y un texto en el que felicitaba al día del cumpleaños de su hijo.
La situación es complicada para la pareja, ya que Sarkozy ha sido acusado de ser inocente. El exmandatario aseguró en un mensaje publicado en Instagram que seguirá denunciando "este escándalo judicial, este calvario" que sufre desde hace más de 10 años.
Pero la relación entre Sarkozy y Bruni ya había pasado por momentos difíciles. En sus crónicas de boda se hablaba de cómo su romance había incomodado a algunos franceses y habría causado irritación en el público. La pareja también enfrentó problemas con sus hijos, que Sarkozy tenía de sus anteriores matrimonios.
En 2018, el periodista Marc Dolisi explicó en sus memorias que fue complicado para Bruni pasar de ser una modelo querida a la pareja de un político no tan querido. "De la noche a la mañana tuvo que aprender cómo es estar con alguien que muchos odian", dijo Dolisi.
En general, la situación de Sarkozy y su relación con Bruni ha sido complicada desde el principio. Pero ahora, la cárcel les presenta una nueva y difícil desafío.