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La inteligencia artificial (IA) es una fuente de paradojas, y la ciberseguridad no es la excepción. Por un lado, esta tecnología se presenta como una amenaza para las empresas, debido a su capacidad para ser utilizada por criminales informáticos para llevar a cabo ataques sofisticados y personalizados.
Según Crowdstrike, la IA "está creando formas de manipular las credenciales de los usuarios más rápidas de lo que el ser humano puede pensar", advierte Jim Guinn, líder en ciberseguridad de la consultora EY. Esto significa que los piratas informáticos pueden crear páginas web y perfiles en redes sociales falsos cada vez más convincentes, amplificar y personalizar sus campañas de phishing y refinar los algoritmos para descifrar contraseñas o engendrar deepfakes que suplantan la identidad.
La IA también ha reducido las barreras para la ciberdelincuencia sofisticada. "Delincuentes con pocas habilidades técnicas utilizan la IA para llevar a cabo operaciones complejas, como el desarrollo de ransomware", advierte el último informe de inteligencia de amenazas de la compañía de IA Anthropic.
Sin embargo, la IA también ofrece oportunidades para las empresas. La capacidad de esta tecnología de analizar enormes conjuntos de datos para encontrar patrones le permite mejorar la detección en tiempo real de anomalías en registros, tráfico o otros datos sospechosos de ser ciberataques. Esto es crucial para mitigar el impacto posible de los ataques en las empresas.
Además, la IA se está utilizando en los llamados red team o equipo rojo, unidades de expertos dedicados a poner a prueba la eficacia de los sistemas de ciberseguridad de una organización mediante la simulación de ataques de ingeniería social. Recrear un escenario de ciberataque permite a estos profesionales detectar posibles brechas o puntos débiles antes de que sean explotadas por los criminales y se conviertan en un problema real.
En definitiva, la IA puede reforzar la estrategia defensiva de las empresas, lo que podría disparar el negocio del sector hasta unos 134.000 millones de dólares para 2030, según predice el Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido. Mantenerse al día con las capacidades de la IA de vanguardia será casi con toda seguridad crucial para la ciberresiliencia en la próxima década.
Según Crowdstrike, la IA "está creando formas de manipular las credenciales de los usuarios más rápidas de lo que el ser humano puede pensar", advierte Jim Guinn, líder en ciberseguridad de la consultora EY. Esto significa que los piratas informáticos pueden crear páginas web y perfiles en redes sociales falsos cada vez más convincentes, amplificar y personalizar sus campañas de phishing y refinar los algoritmos para descifrar contraseñas o engendrar deepfakes que suplantan la identidad.
La IA también ha reducido las barreras para la ciberdelincuencia sofisticada. "Delincuentes con pocas habilidades técnicas utilizan la IA para llevar a cabo operaciones complejas, como el desarrollo de ransomware", advierte el último informe de inteligencia de amenazas de la compañía de IA Anthropic.
Sin embargo, la IA también ofrece oportunidades para las empresas. La capacidad de esta tecnología de analizar enormes conjuntos de datos para encontrar patrones le permite mejorar la detección en tiempo real de anomalías en registros, tráfico o otros datos sospechosos de ser ciberataques. Esto es crucial para mitigar el impacto posible de los ataques en las empresas.
Además, la IA se está utilizando en los llamados red team o equipo rojo, unidades de expertos dedicados a poner a prueba la eficacia de los sistemas de ciberseguridad de una organización mediante la simulación de ataques de ingeniería social. Recrear un escenario de ciberataque permite a estos profesionales detectar posibles brechas o puntos débiles antes de que sean explotadas por los criminales y se conviertan en un problema real.
En definitiva, la IA puede reforzar la estrategia defensiva de las empresas, lo que podría disparar el negocio del sector hasta unos 134.000 millones de dólares para 2030, según predice el Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido. Mantenerse al día con las capacidades de la IA de vanguardia será casi con toda seguridad crucial para la ciberresiliencia en la próxima década.