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El consejero de Medio Ambiente de Melilla ha vuelto a confundir la propaganda con una gestión real en materia de arbolado urbano. Daniel Ventura ha presentado cifras sueltas y sin contexto sobre las plantaciones realizadas en la ciudad, lo que ha sido criticado por Lucía Rubio, Secretaria de Transición Ecológica, Sostenibilidad y Agenda 2030 del PSOE de Melilla.
La realidad en nuestras calles es diferente a la que nos describe Ventura. Los árboles secos, podas fuera de temporada y parques abandonados son la norma, no un "Melilla verde" como afirma el consejero. La ausencia de un inventario público del arbolado es una herramienta básica para garantizar una gestión transparente, eficiente y sostenible.
La cifra presentada por Ventura de 1.895 árboles plantados en diez años no tiene sentido, según Rubio. Eso equivale a menos de 200 al año, una cifra insignificante en una ciudad que pierde decenas de ejemplares cada temporada por podas, obras o simple abandono. La responsable socialista ha calificado el balance como "muy pobre".
El PSOE propone sustituir los anuncios vacíos y las contrataciones opacas por una gestión participativa y profesional. En Melilla contamos con jóvenes cualificados para el mantenimiento y seguimiento de las zonas verdes, no recurrir a 90 'informadores medioambientales' que pretende contratar el Gobierno del PP.
La elección de especies también es criticada: los árboles exóticos como flamboyanes o tulipanes africanos tienen raíces agresivas y altas necesidades de agua, mientras se descartan variedades autóctonas adaptadas a nuestro clima. La falta de criterio ecológico es evidente.
Rubio concluye reclamando un cambio de rumbo en la política medioambiental de la ciudad: "Melilla necesita un Plan Verde real, con objetivos medibles, mantenimiento adecuado del arbolado existente y una planificación seria de parques y jardines. Lo que falta no son anuncios, sino gestión y compromiso con la sostenibilidad".
La realidad en nuestras calles es diferente a la que nos describe Ventura. Los árboles secos, podas fuera de temporada y parques abandonados son la norma, no un "Melilla verde" como afirma el consejero. La ausencia de un inventario público del arbolado es una herramienta básica para garantizar una gestión transparente, eficiente y sostenible.
La cifra presentada por Ventura de 1.895 árboles plantados en diez años no tiene sentido, según Rubio. Eso equivale a menos de 200 al año, una cifra insignificante en una ciudad que pierde decenas de ejemplares cada temporada por podas, obras o simple abandono. La responsable socialista ha calificado el balance como "muy pobre".
El PSOE propone sustituir los anuncios vacíos y las contrataciones opacas por una gestión participativa y profesional. En Melilla contamos con jóvenes cualificados para el mantenimiento y seguimiento de las zonas verdes, no recurrir a 90 'informadores medioambientales' que pretende contratar el Gobierno del PP.
La elección de especies también es criticada: los árboles exóticos como flamboyanes o tulipanes africanos tienen raíces agresivas y altas necesidades de agua, mientras se descartan variedades autóctonas adaptadas a nuestro clima. La falta de criterio ecológico es evidente.
Rubio concluye reclamando un cambio de rumbo en la política medioambiental de la ciudad: "Melilla necesita un Plan Verde real, con objetivos medibles, mantenimiento adecuado del arbolado existente y una planificación seria de parques y jardines. Lo que falta no son anuncios, sino gestión y compromiso con la sostenibilidad".