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"La Unión Europea debe ser un faro de luz, esperanza y coherencia en defensa de los valores democráticos. Sin una economía verde no hay futuro". Esta frase de la vicepresidenta ejecutiva para la Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera, resuena como un grito de alerta en medio de la oleada negacionista que ha sacudido a Europa.
En su participación en el foro World In Progress, Teresa Ribera ha defendido la necesidad de una unidad interior y coherencia en la acción exterior de la UE. "Europa tiene recorrido para mejorar", ha afirmado, y ha destacado que la experiencia le ha permitido tener una visión de conjunto "muy potente en un contexto cada vez más multipolar".
Sin embargo, esta visión de futuro se ve amenazada por los embates de una extrema derecha en auge que niega las evidencias científicas del cambio climático y presiona con el pretexto de la pérdida de competitividad. La ley de restauración de la naturaleza, la ley de deforestación o la ley de biodiversidad son ejemplos de cómo se están poniendo en riesgo los valores fundacionales de la Unión.
Teresa Ribera ha reivindicado la agenda verde "como la única forma con la que podemos disminuir las desigualdades y también ante las amenazas del cambio climático". Ha hecho una defensa cerrada de la regularización ambiental europea, sobre la cual la extrema derecha está dirigiendo sus principales ataques. "De lo que se está hablando es de reducir drásticamente los estándares ambientales", ha dicho. "Es decir, encontrarnos en un espacio mucho más frágil".
En este sentido, la política española ha destacado la importancia de ofrecer un "espacio digital seguro". La vigilancia de los mercados para que las cosas mejoren, la imposición de sanciones y crear un ecosistema en el que las pequeñas startups puedan crecer son clave para evitar un oligopolio digital "sin reglas ni fiscalidad".
La vicepresidenta ejecutiva ha recordado la multa de 2.950 millones de euros a Google, impuesta por Bruselas en septiembre, por abuso de posición dominante en el mercado de la publicidad digital. Esta medida es un ejemplo de cómo la UE debe ser más firme ante los depredadores digitales y proteger los intereses de las empresas europeas.
En resumen, Teresa Ribera ha defendido la necesidad de una Unión Europea que sea un actor de peso en el mundo, con una economía verde y una política digital segura. Sin esta coherencia, el futuro de Europa y del mundo se verá amenazado por las consecuencias climáticas y sociales que estamos experimentando actualmente.
En su participación en el foro World In Progress, Teresa Ribera ha defendido la necesidad de una unidad interior y coherencia en la acción exterior de la UE. "Europa tiene recorrido para mejorar", ha afirmado, y ha destacado que la experiencia le ha permitido tener una visión de conjunto "muy potente en un contexto cada vez más multipolar".
Sin embargo, esta visión de futuro se ve amenazada por los embates de una extrema derecha en auge que niega las evidencias científicas del cambio climático y presiona con el pretexto de la pérdida de competitividad. La ley de restauración de la naturaleza, la ley de deforestación o la ley de biodiversidad son ejemplos de cómo se están poniendo en riesgo los valores fundacionales de la Unión.
Teresa Ribera ha reivindicado la agenda verde "como la única forma con la que podemos disminuir las desigualdades y también ante las amenazas del cambio climático". Ha hecho una defensa cerrada de la regularización ambiental europea, sobre la cual la extrema derecha está dirigiendo sus principales ataques. "De lo que se está hablando es de reducir drásticamente los estándares ambientales", ha dicho. "Es decir, encontrarnos en un espacio mucho más frágil".
En este sentido, la política española ha destacado la importancia de ofrecer un "espacio digital seguro". La vigilancia de los mercados para que las cosas mejoren, la imposición de sanciones y crear un ecosistema en el que las pequeñas startups puedan crecer son clave para evitar un oligopolio digital "sin reglas ni fiscalidad".
La vicepresidenta ejecutiva ha recordado la multa de 2.950 millones de euros a Google, impuesta por Bruselas en septiembre, por abuso de posición dominante en el mercado de la publicidad digital. Esta medida es un ejemplo de cómo la UE debe ser más firme ante los depredadores digitales y proteger los intereses de las empresas europeas.
En resumen, Teresa Ribera ha defendido la necesidad de una Unión Europea que sea un actor de peso en el mundo, con una economía verde y una política digital segura. Sin esta coherencia, el futuro de Europa y del mundo se verá amenazado por las consecuencias climáticas y sociales que estamos experimentando actualmente.